JUAN CARLOS FERREYRA PEÑARRIETA
Con la promulgación de la Ley de Postergación de Elecciones Generales para el 6 de septiembre próximo, realizada en las últimas horas por parte de la Presidenta en transición, Jeanine Añez, pone a la población votante en la disyuntiva: ¿entre salvar la salud o la democracia?
Como es de conocimiento público, estamos conviviendo desde mediados de marzo con ese “enemigo invisible”, llamado coronavirus y que hasta la fecha en el país según datos del Ministerio de Salud se han registrado 24.388 casos confirmados, 773 decesos y 5.454 casos recuperados.¬ Pronosticando además que por el 6 de septiembre los casos de contagio se elevarán a 130 mil aproximadamente.
En esas condiciones, ¿será óptimo llevar a cabo las justas electorales?, que por supuesto todos los bolivianos lo queremos y no por algo se luchó entre octubre y noviembre del año pasado para evitar el continuismo del gobierno dictatorial y abusivo de Evo Morales. Todo hace presumir que dichas elecciones convocadas de manera irresponsable por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) serán todo un fracaso y con un marcado ausentismo que indirectamente favorecerá al Movimiento Al Socialismo (MAS).
Las condiciones definitivamente no están dadas para realizar unas elecciones plenas y con las garantías de bioseguridad con las que tendrían que contarse. Además, ¿será qué a estas alturas nos demos el “lujo” de derrochar millones de bolivianos para unas elecciones fallidas? La respuesta tendría que ser NO y en sano juicio ese dinero debería ser destinado justamente para combatir al coronavirus que poco a poco nos está estrangulando.
Comparando con las elecciones generales “fraudulentas” de octubre del año pasado, la asistencia de la población votante fue masiva que incluso se vio a personas adultas mayores “pudiendo sin poder” acudir a las urnas electorales para depositar su voto. Aspecto que no será el mismo para el 6 de septiembre venidero.
El próximo gobierno constitucional que sea elegido en la fecha señalada, ¿será que cuente con la legitimidad qué el caso amerita? Todo apunta a que NO y que tampoco tendrá una mayoría parlamentaria que le dé garantía de gobernabilidad. Lo cual sin duda pondrá en una desestabilización grave la institucionalidad democrática del país.
No sé, sí especialmente los miembros del TSE y los candidatos presidenciables, Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC) y Luis Arce del (MAS), ¿se han puesto a razonar sí las personas que sean elegidas como jurados electorales asistirán a los cursos de capacitación para dicho cargo y estarán expuestas por varias horas en las mesas de sufragio y en contacto permanente con otras personas que sí tengan contraída la enfermedad del coronavirus o que talvez puedan ser pre-asintomáticas o asintomáticas?
Señores vocales del TSE y candidatos presidenciables de CC y del MAS, en esas condiciones no se puede jugar con la salud del pueblo boliviano y mucho más teniendo en cuenta con el pésimo sistema de salud que tenemos. No puede estar por encima del Derecho a la Salud que tiene la población, sus míseros apetitos políticos.
¿Por qué no postergar las elecciones generales para enero del 2021?, las cuales también podrían ser llevadas de manera conjunta con las elecciones sub-nacionales, evitando así un doble gasto de dinero insulso en dos elecciones seguidas.
Todo da a pensar que la desesperación e insistencia de los candidatos presidenciables de CC y del MAS, para llevar a cabo las elecciones generales el primer domingo de septiembre, que por detrás se estaría gestando un acuerdo político entre ambas tiendas políticas. Espero estar equivocado. Y hacerle un pequeño recuerdo al candidato Mesa que aquel electorado que lo vio triunfar en los plebiscitos del 20 de octubre del 2019, no vaya hacer que lo vea derrotado este 6 de septiembre próximo.
Con la salud del pueblo boliviano, ¡No se juega!
Juan Carlos Ferreyra Peñarrieta es comunicador.