La Paz, 11 julio (ANF).- El embajador de la República Popular de China, Liang Yu afirmó que delitos como el tráfico de colmillos de jaguar son castigados más fuertemente en su país, que en Bolivia. Dijo que se exigió tanto a las empresas y ciudadanos chinos que viven en el país respetar las leyes bolivianas de protección de animales.
“El Gobierno chino castiga fuertemente estas actividades ilícitas y delitos que dañan a los animales; hace falta un fuerte castigo a esos delitos (…). China castiga más fuertemente esos delitos”, señaló el diplomático a ANF.
A propósito del caso que implica a dos ciudadanos chinos con pasaporte boliviano que fueron aprehendidos en la ciudad de Santa Cruz en poder de 185 colmillos de jaguar, y después beneficiados con medidas sustitutivas, Liang Yu dijo que desde la Embajada se dan recomendaciones permanentes a sus connacionales.
“Exigimos a las empresas chinas y chinos que viven en Bolivia que obedezcan las leyes de protección de animales”, dijo.
El diplomático señaló que hace un par de años, un ciudadano chino intentó introducir a su país colmillos pero fue capturado en el aeropuerto y fuertemente castigado. “Creo que hace falta castigos fuertes aquí también”, dijo.
Por tercera vez este miércoles el Juzgado Noveno de Sentencia en lo Penal de Santa Cruz suspendió la audiencia de medidas cautelares en la que se debía definir la reversión de la situación procesal de los ciudadanos chinos, que según el Embajador de China, dejaron de serlo al adquirir la nacionalidad boliviana.
Activistas y medioambientalistas se movilizaron en el llenado de libros con firmas notariadas de ciudadanos que apoyan la cárcel para los ciudadanos chinos imputados por el tráfico de colmillos de jaguar, y por ende, la caza furtiva. También a través de las redes sociales, las voces de protesta se hicieron sentir por la dilatación del proceso judicial.
El 24 de febrero, la Embajada de la República Popular China en Bolivia y el Consulado General de China en Santa Cruz manifestaron su total repudio a las acciones de tráfico de colmillos de felinos que realizaron ciudadanos nacionalizados bolivianos de origen chino.
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