La Paz, 28 de diciembre de 2024 (ANF).- La Aduana Nacional y el Comando Estratégico Operacional (CEO) lograron controlar en esta gestión un 20% de la frontera entre el departamento de Oruro y Chile , según informó el fiscal departamental de Oruro, Aldo Morales. El control del contrabando en la extensa frontera ha representado un reto significativo para las autoridades bolivianas.
“El Ministerio Público, en coordinación con el CEO, la Aduana departamental y nacional, ha realizado varios operativos con resultados positivos, estimamos que es un 20% que se tiene control de la frontera, mientras que por 80%, por lo extenso en relación a pasos no habilitados, entran los contrabandistas”, dijo Morales a ANF y destacó los avances logrados a pesar de las limitaciones logísticas.
El fiscal subrayó que el contrabando sigue siendo una amenaza persistente debido a la capacidad de adaptación de los contrabandistas. “Debemos tomar en cuenta la cantidad y calidad logística que se tiene de parte de las instituciones que hacen el control y la capacidad logística que tienen los contrabandistas”, explicó.
Según Morales, el contrabando afecta directamente al Tesoro General de la Nación al evadir el pago de aranceles.
Con miras al próximo año, la autoridad destacó la necesidad de incrementar recursos para fortalecer el control. Estimamos que para la próxima gestión “vamos a tener que meter más personal, más vehículos, por lo extenso que es la frontera con Chile y hacer un control más riguroso”, señaló.
Además, identificó los pasos no habilitados como uno de los mayores desafíos, ya que por estos ingresan camiones, vehículos “chutos” y mercadería de todo tipo.
Entre las estrategias implementadas, Morales mencionó la excavación de zanjas para interrumpir rutas clandestinas. Sin embargo, los contrabandistas continúan buscando caminos alternativos. “Mientras uno hace el control en uno de los caminos habilitados, inmediatamente ellos buscan otras carreteras”, comentó.
También destacó las dificultades que genera el terreno: “El occidente es una pampa extensa, lo cual les facilita el ingreso de camiones”.
A pesar de estas limitaciones, la autoridad destacó los logros obtenidos en esta gestión, que van desde la detención y sentencia de personas hasta la incautación y secuestro de vehículos de alto tonelaje y mercadería para ser posteriormente monetizada. Indicó que el informe con los datos precisos se darán con el cierre de gestión.
Una preocupación adicional, señaló el fiscal, es el uso del Salar de Uyuni como ruta para el contrabando. “Dentro de esos caminos no legales podemos hablar del Salar, por donde últimamente se está verificando el ingreso tanto de camiones como de vehículos pequeños”, alertó Morales. Este desafío requiere una planificación estratégica para abordar las particularidades del terreno.
El fiscal también se refirió a la organización de los contrabandistas, indicando que algunas familias o clanes completos se dedican a esta actividad ilícita. “Existen familias íntegras que se dedican al contrabando o clanes como se puede verificar, con relación a la unificación o reunión de varias personas”, reveló.
Sin embargo, la identificación específica de estos grupos enfrenta obstáculos legales. “No se puede indicar qué clanes han sido afectados en virtud de la garantía de sus derechos constitucionales”, apuntó.
Morales reconoció que, pese a los avances, el contrabando sigue siendo un problema complejo y dinámico. Los pasos ilegales, el terreno desafiante y la organización de los contrabandistas requieren un enfoque integral que combine recursos, estrategias innovadoras y cooperación interinstitucional.
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