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Opinión

Milei presidente, fin del País Maradona

25 de Noviembre, 2023
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JOSÉ RAFAEL VILAR

Y ganó Milei. Ganó contundente, muy sobre los pronósticos más optimistas: 11,39% de diferencia: «Los argentinos eligieron otro camino», tuvo que reconocer Sergio Massa —el ministro-candidato que siempre ejerció la bipolaridad más que como “candidato-ministro”— ante la avalancha temprana de resultados favorables a su oponente. La participación fue de 76,00%, un incremento de 5,57% sobre la primera vuelta.

El libertario ganó en 20 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, en algunas con más de 30 puntos de diferencia. Los mejores resultados los tuvo en Córdoba (74,05%), Mendoza (71,14%), Santa Fe (62,82%) —en 2022, ambas provincias agropecuarias exportaron el 36,2% del total global nacional—, San Luis (67,99%), Entre Ríos (61,48%) y San Juan (60,68%); incluso en Santa Cruz, la base de la dinastía K y donde votó CFK, Milei se impuso con el 58,06%; Massa se impuso en las provincias poco trascendentes Santiago del Estero (68,41%) y Formosa (56,5%) —aunque Massa ganó en la provincia de Buenos Aires, bastión del peronismo, Milei le “pisó” al 1,71% de diferencia, un resultado increíble para cualquiera no peronista. Lógicamente, le fueron decisivos a Milei para revertir la primera vuelta el apoyo explícito de Macri y Bullrich, así como las fuertes críticas a Massa del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti —líder del denominado Peronismo Federal, enfrentado siempre al centralismo porteño—, aunque no apoyó abiertamente al liberal-libertario.

Después de revisar los números de la victoria, es importante ver cuáles son las propuestas principales del candidato Milei que Milei presidente debe implementar: 1) la Dolarización —aparentemente en stand by temporal, siguiendo los nombres de quienes ocuparán los cargos decisivos y el silenciamiento de su teórico: Emilio Ocampo—; 2) el Recorte del 15% del gasto público —que, al menos, será de sólo el 5% a través del stop de la obra pública—, y 3) el Cierre del Banco Central —también en el freezer temporal, al menos el “dinamitazo”—, pero para ello deberá enfrentar, al menos, seis problemas urgentes: a) el nivel de ajuste en el Presupuesto: a la fecha no hay un Presupuesto votado por el Congreso, algo que urgirá al nuevo gobierno y que el mismo Milei pidió por carta al Gobierno que no lo trataran; b) la dispersión opositora: La Libertad Avanza no tiene los apoyos necesarios para gobernar —aunque el apoyo del PRO le ayuda significativamente pero no le alcanza, aunque los guiños a Schiaretti y sus gobernadores cercanos puede ayudarle— y, además, el peronismo no tiene jefe y el radicalismo tampoco; c) la falta de vocación negociadora: principalmente por falta de experiencia de los principales dirigentes de La Libertad Avanza —aunque el ballotage le dio una gran legitimidad al nuevo presidente, el partido tendrá que entender y poner a su favor los mecanismos de gobernabilidad; d) el poco peso territorial: El liberal-libertario ganó en todo el país, pero hasta ahora sólo tiene un aliado potencial en la Capital Federal con Jorge Macri: importante pero se mantiene la urgencia de más acuerdos; e) las urgencias con el FMI: el nuevo gobierno de LLA —Milei en resumen— tiene que conseguir un rápido entendimiento rápido con el FMI porque los acuerdos firmados por Massa “implosionaron” —gracias a los esfuerzos electoralistas del candidato-ministro—, además el nuevo gobierno enfrentará un vencimiento de pagos pocas horas después de la asunción presidencial; por último —que no es nada poco— el aun más urgente de todos los problemas f) el dólar y el fogonazo inflacionario que sucederá cuando se liberen los precios frenados —o subvencionados— por el kirchnerismo: combustibles, tarifas de servicios públicos, transporte y otros, además de los acuerdos para los “precios justos” para alimentos. A estos se sumarían la inflación actual —y la inflación perspectiva con los cambios que tiene que aplicar— y la credibilidad de su equipo, aunque su clara victoria le beneficia al terminar la incertidumbre en el país.

Sin embargo, varios factores beneficiarán a Milei para su gestión: En la “herencia” K actual —y de Massa— primero, la alta inflación —superior al 143% anual, posible de cerrar 2023 con el 180%—, seguida de la caída del 5,5% en el salario real en los primeros nueve meses de 2023 y, de cierre, tercero, la pérdida entre el 50% y el 60% de su valor de la moneda local frente al dólar estadounidense. Y en lo inmediato, el firme y sostenido apoyo de los mercados, expresado en el desmesurado crecimiento de los valores de mercado argentino —hasta más del 40% en el caso de YPF en la Bolsa de NY por el anuncio de Milei de su amplia apertura a la inversión extranjera y de hasta el 20% en el MERVAL, el índice bursátil local— y la situación global menos volátil y con precios de los productos agropecuarios de exportación de Argentina en crecimiento, lo que —junto con el anunciado crecimiento récord de algunas cosechas y las desregulaciones anunciadas— beneficiará los ingresos fiscales en 2024; también el cambio de importador neto a exportador de hidrocarburos —con Vaca Muerta— y, de yapa, la ampliación de proyectos de inversión para la industria del litio. 

Por supuesto, la reducción del período crítico de las reformas —con significativa reducción de ingresos en la economía doméstica— beneficiará los mejores y más rápidos resultados; también influenciará el nivel de politesse política del gobierno con sus oponentes y la presión de éstos.

Habría mucha más que analizar pero lo dejaré acá. De lo que no me queda duda alguna es que, glosando al expresidente Macri: lo seguro es que «se terminó el País Maradona»

El autor es analista y consultor político

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