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Opinión

Honrar, honra

23 de septiembre, 2023 - 00:00
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JOSÉ RAFAEL VILAR

Septiembre es el mes de la Primavera, de la Juventud, de los Estudiantes, de la Amistad, del Amor, de los Médicos. Y es el mes de Santa Cruz.

¿Qué mejor momento para celebrar a quienes han dedicado su vida a posicionar la cultura —en el sentido más amplio— en Santa Cruz como una referencia? Y así ha sido con Marcelo Arauz Lavadenz, Lorgio y Piraí Vaca, con El Aljibe Comida Típica —y sus fundadores Javier Libera y Jakob Zapata— y con el Centro San Isidro.

Marcelo Arauz Lavadenz fue declarado días atrás como Doctor Honoris Causa de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra: Todo mi reconocimiento al Directorio de la UPSA en general y a su Rectora en particular por destacar, no a políticos ni la política sino el mérito de casi nueve décadas de vida dedicadas a promover la cultura en Santa Cruz y ser uno de sus permanentes gestores y mecenas, primero desde la Alliance Française y luego desde la Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche —desde donde “sembró” bibliotecas en todo el municipio y aledaños, incluso prestando su propia casa para la primera Biblioteca Municipal de una ciudad sin biblioteca pública en los años 70-80 cuando el libro físico era el único acceso al conocimiento—, trayendo espectáculos internacionales de teatro, música y danza a una ciudad que crecía imparable pero que adolecía de cultura… y de servicios, bibliotecas, teatros y asfalto. De aquellos años, uno de los hitos fundamentales fue la creación en 1984 de los Festivales Sombrero e’Sao, rescatando y revalorizando la música del Oriente boliviano, desde Pando hasta el Chaco y Yacuiba, como un valor de todos pero, especialmente, para la juventud que participaba y concursaba masivamente en estos Festivales. Después desde la Secretaría Nacional de Cultura como uno de sus Directores, fue activo promotor de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO para Tiahuanacu y El Fuerte de Samaypata; también de esos años fue el Comisario de la participación nacional en la Feria Mundial de Sevilla y Secretario de Cultura del Convenio Andrés Bello en Bogotá.

Luego, está la APAC, la Asociación Pro Arte y Cultura creada por entusiastas voluntarios amantes de Santa Cruz y lo cruceño —Marcelo, Cecilia Kenning, Alcides Parejas, Aida McKenny y muchos más que no mencionaré ahora, por espacio y mala memoria ya que no aparecen mencionados en el sitio actual de APAC— y de la cual Marcelo fue secretario general muchos años. La APAC empezó primero gestando festivales de teatro locales y en provincias y en 1996 ya “saltó” a crear el Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana “Misiones de Chiquitos” rescatando las música de los “pueblos vivos” del Oriente —Chiquitania pero también Moxos, parte de la original Santa Cruz donde los jesuitas “sembraron” Misiones, dignidad y cultura—, festival hoy parte de los principales circuitos internacionales de esta música y visita obligada de grandes grupos y solistas internacionales y de muchos turistas; también de esos años “nació” el Festival Internacional de Teatro “Santa Cruz de la Sierra”. Para concluir, ha recibido el Cóndor de los Andes de Bolivia en 2003 y el Premio Prinz Claus de Países Bajos el año anterior.

Otros amigos queridos son Lorgio Vaca y su hijo Piraí. Lorgio es el más importante muralista del Oriente y del país y uno de los principales de las Américas en las últimas siete décadas. Sus murales —principalmente de cerámica, que lo hacen el más importante muralista cerámico de Latinoamérica— constituyen una crónica de las grandes epopeyas del país y un rico muestrario de nuestra gran diversidad cultural y étnica de Bolivia; artista completo, el tamaño de sus obras —como “La Gesta del Oriente boliviano” de 240 metros en el Parque El Arenal de nuestra capital oriental— y su crónica de la historia y de la vida recuerdan con mucho a los grandes muralistas mexicanos como David Alfaro Siqueiros con quien compartió en México. Representante de Bolivia ante la UNESCO, unido muchos años con Ada Sotomayor —Adita, emprendedora social e investigadora, fundadora del Centro de Investigación, Diseño Artesanal y Cooperativa (CIDAC) y promotora de Artecampo (Asociación de Artesanas del Campo con más de 500 artesanas de 30 comunidades rurales alrededor de Santa Cruz), lamentablemente fallecida— en un vínculo creativo gestor de desarrollo social y recuperación cultural, Lorgio fue distinguido con el Doctorado Honoris Causa en junio por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno —lo que también honra a la Universidad— y ahora mismo lo ha sido con el Cóndor de los Andes.

Piraí Vaca Sotomayor recibió desde su nacimiento el espíritu del arte y de la creatividad. Hijo de Lorgio y de Ada, es solista y concertista de guitarra  reconocido internacionalmente, ha realizado conciertos y presentaciones en diferentes países de América, Europa y Asia y fue también parte del cuarteto «Fénix – International Guitar Quartet» junto a Hubert Käppel quien fue uno de sus maestros, al igual que Leo Brower. Con muchas distinciones en su carrera, en los próximos días la Cámara de Senadores de Bolivia lo reconocerá con una Declaración Camaral de Reconocimiento por su trayectoria musical enalteciendo a Bolivia, con la que se sumará en ello a su padre Lorgio que la recibió el año pasado.

También, junto con Piraí Vaca, será reconocido en los próximos días con una Declaración Camaral de Reconocimiento El Aljibe Comida Típica, donde sus fundadores —Javier Libera y Jakob Zapata— han sido rescatadores y defensores de tradiciones cruceñas —principalmente la gastronomía del Oriente pero no sólo ella—, además de su trabajo destacado en gestión cultural, incluyendo el rescate de su sede, una casa original del inicio republicano del siglo 19.

A la vez que Piraí y El Aljibe, la Cámara de Senadores reconocerá el meritorio trabajo realizado por el Centro Cultural San Isidro —una iniciativa ciudadana— por su valioso aporte a la sociedad boliviana con programas dirigidos al desarrollo integral de la niñez y la juventud.

Mi reconocimiento a la Senadora Nely Gallo Soruco, promotora de esta iniciativa de Reconocimientos Senatoriales.

Qué hermoso que nuestra cultura y nuestros creadores sean reconocidos oficialmente. Nos honra, y honra quienes los honran.

El autor es analista y consultor político

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