La Paz, 19 de marzo de 2023 (ANF).- El proceso de consolidación de las autonomías indígenas es lento debido a la burocracia que existe en todos los niveles estatales, pues la lógica con la que se rigen municipios, gobernaciones y el propio estado, difiere ampliamente con la forma en que los territorios indígenas conciben su autodeterminación.
Así lo afirmó Juan Pablo Marca, politólogo e investigador del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), institución que acompaña los procesos de consolidación de autonomía indígena en los territorios de Lomerío, Multiétnico y Cavineño.
Según Marca, a nivel nacional existen 24 procesos autonómicos activos, 13 de base territorial y 11 de conversión municipal, otros casos fueron dados de baja. Entre de 10 y 14 años como mínimo es el tiempo que los pueblos indígenas “peregrinan” para poder consolidar su autonomía, esto debido a los largos trámites que deben realizar, pero además a esto se suma que los técnicos -responsables de verificar el cumplimiento de los requisitos autonómicos- desconocen la realidad indígena.
“Es muy preocupante los requisitos que tienen que cumplir los pueblos indígenas que quieren acceder a esta nueva forma de gobierno, porque tienen que sufrir peripecias. Hay una excesiva burocratización de estos trámites. Además, los mismos técnicos de esas instancias, responsables de verificar el cumplimiento de los requisitos para consolidar como autonomía, no entienden la lógica, la dinámica de los pueblos indígenas”, dijo.
Autonomías en aplicación
Marca señala que actualmente existen seis procesos de autonomía indígena en vigencia o aplicación que han cumplido los nueve pasos que exige la Ley Macro de Autonomía: dos son de base territorial, Raqaypampa (Cochabamba) y Jatun Ayllu Yura de (Potosí). Las autonomías originarias de Charagua Iyambae y Kereimba Iymbae son de conversión municipal, y, finalmente, las autonomías Indígena Originario Campesina Uru Chipaya y Salinas (Oruro) también son de conversión municipal.
En ese sentido, señala el investigador, existe el gran desafío para estos gobiernos indígenas dentro de la gestión pública porque tienen que adecuarse a la lógica de administración ya sea municipalista o departamental donde tienen que rendir cuentas.
“En muchos de estos municipios las empresas que cumplen algún servicio no tienen NIT y ¿cómo podrían rendir cuentas? Ahí el desafío es que se pueda promulgar una ley de gestión pública intercultural que flexibilice digamos esos trámites que pide el Estado”, resaltó.
Por otro lado, Marca destaca la capacidad de los técnicos que deben tener estos gobiernos indígenas autónomos , ya que muchos de éstos están en un proceso de aprendizaje y hay algunas dificultades en cumplir las competencias que tienen.
Caso Territorio Indígena Multiétnico
Luego de un proceso de 13 años, los primeros días de marzo el Territorio Multiétnico (TIM) recibió la aprobación de su Ley de Creación de Unidad Territorial. Para esta nación indígena, haber logrado este avance es producto de una lucha que busca, sobre todo, mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas.
“Es una alegría, un paso importante para consolidar nuestro gobierno indígena de los pueblos del TIM. Nos ha tomado bastante tiempo, desde el 2010 que venimos peregrinando, nos hemos topado con la burocracia, pero nunca hemos desistido”, relató a la ANF en ocasión de la promulgación de la ley, Bernardo Muiba Yuco, subalcalde del distrito municipal de indígenas del TIM.
A pesar de este avance, en el proceso autonómico de esta población indígena del Beni, asegura Juan Pablo Marca, todavía faltan algunos puntos importantes para la consolidación como la elección del gobierno autónomo indígena, por otro lado, tramitar el código de administración para que ellos puedan recibir los recursos del Estado.
“Es un trámite moroso en muchos casos dura entre dos o tres años dependiendo de la capacidad de ellos de cumplir con esos requisitos ante el Tesoro General de la Nación (TGN), el Estado, y otras instancias. No es solo que ellos tengan la Ley de Unidad Territorial, sino un montón de trámites que permiten que ellos ya puedan administrarse y gobernarse con sus propias autoridades elegidas con sus normas y procedimientos propios”, explicó Marca.
Por su parte, el subalcalde del TIM conoce sobre los desafíos que conlleva la creación de un gobierno propio son amplios, pero que refuerza la unidad de las comunidades indígenas que conviven y coadministran el territorio bajo sus normas y procedimientos propios.
“De aquí en adelante nos falta elegir a las autoridades, después la posesión de las autoridades y como también capacitar a las autoridades para que ellos puedan tener mejor conocimiento para la administración de recursos y aplicación de justicia de indígena”, agregó Muiba.
La Ley de Unidad Territorial del TIM promulgada por el presidente Luis Arce el pasado 1 de marzo da paso a la creación de una nueva entidad territorial en el Beni, es decir, una nueva reconfiguración territorial. Con esta ley nacional se aprueba el mapa oficial de la unidad territorial y se modifican los límites de los municipios de San Ignacio de Moxos y Santa Ana de Yacuma.
Lo anterior se inscribe en el proceso de constitución de la autonomia indígena, con la confoiguración de un nuevo territorio, dentro de la Ley N° 031 Marco de Autonomía y Descentralización Andrés Ibáñez que refiere a la autonomía indígena originaria campesina como el autogobierno ejercido por las naciones y pueblos indígena originarios campesinos, cuya población comparte territorio, cultura, historia, lenguas y organización o instituciones jurídicas, políticas, sociales y económicas propias, según se establece en los arts. 42 a 47 de la Ley de Autonomías.
Federalismo
En Santa Cruz diferentes sectores ponen el debate del federalismo, pero estas no comprenden la lógica de las autonomías y de los derechos que plantean los pueblos indígenas. El investigador afirma que las autonomías indígenas rompen con los niveles tradicionales de gobierno, el central, departamental y municipal.
Por tanto, como lo señala Marca, cualquier propuesta que busque la reconfiguración del Estado tendrá que reconocer ese proceso que ya existe desde los años 90 donde los pueblos indígenas van articulando y planteando.
Censo de Población y Vivienda
Según Juan Pablo Marca, en el censo 2012 hubo un descenso en la autoidentificación de los pueblos indígenas, entre otros factores, por el proceso de migración y expulsión de la población indígena a los centros urbanos; el fenómeno mediático del uso del concepto de “mestizo” por determinados actores políticos; y la forma en que se formuló la pregunta central sobre la pertenencia étnica en la boleta censal.
“El próximo censo que venga será de mucha importancia que las organizaciones indígenas y el estado busquen revalorizar la identidad de estos pueblos indígenas para que ellos se reconozcan como tal y para recibir los recursos del Estado y, sobre todo, en ubicar en la nueva cartografía dónde están los pueblos indígenas, cómo están viviendo“, dijo.
Además el censo permitirá cuantificar la población de otras nacionalidades a la boliviana como la guaraní, ayorea, yuracaré, trinitaria, etc., y será de mucha importancia que las mismas organizaciones revaloricen su identidad y conocer qué cantidad de habitantes se reconocen como indígenas y cuántos están en las ciudades y en qué medida vuelven a su territorio.
Finalmente, Juan Pablo Marca indica que es muy importante considerar que el proceso de las autonomías indígenas, la gestión de estas es un contínuo proceso de aprendizaje que durará años.
“Va durar un tiempo donde los recursos humanos que lleven adelante este nuevo nivel de gobierno puedan adquirir las capacidades y también el estado central y los otros niveles los puedan reconocer como tal y coordinar con ellos”, concluyó.
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