La Paz, 14 de marzo de 2023 (ANF).- Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay y otros seis países del continente americano forman parte de la Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas (APEP, por sus siglas en inglés) que impulsa Estados Unidos para fortalecer las economías de la región, pero Bolivia aún está excluida y urge su debate para no quedar fuera, según el director de la Fundación Milenio, Henry Oporto.
“La APEP es una iniciativa de cooperación hemisférica para el futuro del continente americano de la que ya forman parte once países del continente y está abierta a la participación de otros, por lo que es imprescindible un debate urgente sobre este tema y sobre la postura que Bolivia y su gobierno deben adoptar, en el mejor interés nacional”, señaló el investigador.
La APEP comenzó a estar vigente desde la última Cumbre de las Américas, en junio del año pasado, a iniciativa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Hasta el momento, Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay son los países que forman parte del grupo continental.
Entre los propósitos de la Alianza están: promover el bienestar y la seguridad económica sostenible de los países, fomentar el crecimiento de la economía dando prioridad a disminuir la desigualdad, proteger a las personas más vulnerables, fomentar la creación de empleos, reforzar las cadenas de suministro para que sean más resistentes a las crisis inesperadas y crear nuevas herramientas para los desafíos a los que se enfrenta la región.
Oporto advirtió que el sector exportador y productivo nacional podría quedar fuera de la APEP si el Gobierno decide, por posición política-ideológica, no integrarse a la Alianza.
“Quedar fuera del APEP es desaprovechar una ocasión para impulsar nuestras exportaciones a Norteamérica y a otros mercados emergentes y dinámicos, así como de privarnos de inversiones extranjeras para expandir y diversificar la producción de alimentos, minerales, energías y otras manufacturas y servicios tecnológicos, además de otras fuentes de financiación para progresar en infraestructuras y desarrollo social”, dijo el director de la Fundación Milenio.
El experto argumentó que es significativo el hecho que 11 países decidieran unirse a la APEP, incluso presidentes de izquierda como los de México, Colombia, Chile y Perú.
Tomando en cuenta la actual coyuntura, Oporto resaltó que para Bolivia es prioritario atraer inversiones que propulsen el crecimiento, eviten el estancamiento económico y generen empleos formales y mejor pagados, y que para todo eso es esencial acceder a mercados externos para las exportaciones del país. Es decir, el tipo de cosas que Bolivia podría lograr con su integración a la Alianza para la Prosperidad de las Américas. De ahí la importancia, sostiene Oporto, de una discusión seria, técnica y patriótica sobre lo que nos cabe hacer. El dilema de Bolivia es “asumir una postura americanista y de alineamiento con los países democráticos de la región, o resignamos al aislamiento y a convertirnos en un Estado cliente y vasallo de China”, advirtió.
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