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Opinión

Relatos Salvajes, Milei

4 de Diciembre, 2023
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AGUSTÍN ECHALAR ASCARRUNZ

Hace casi 10 años, todavía en tiempos de Cristina Fernández como presidente de la Argentina, se estrenó una película excepcional, Relatos Salvajes, de Damián Szifron, mereció llevarse el Oscar a la mejor película en lengua extranjera, porque era sin lugar a dudas una drama excepcional por su originalidad, por las excelentes actuaciones, y porque con un ingenio excepcional dibujaba una parte de la realidad del ser humano de este siglo, en la Argentina, o en los Andes, o en Egipto, que son países más kafkianos que lo que llaman el primer mundo.

Era una obra universal, en la medida de ser tan local, tan porteña en general, aún con las historias de la periferia. Y nos mostraba el hastío, a la irracionalidad, y la irracionalidad de la solución a este. El relato de Bombita, el buen ciudadano que termina atrapado por la burocracia generalizada, y hace estallar una bomba, es posiblemente la historia central de ese grupo de cuentos un tanto sórdidos. 

Szafroni se adelantó, desde el punto de vista política, los argentinos como colectivo, optaron por la lógica de Bombita, alterados con todo lo malo que sucede en su país, con la inflación galopante y cruel, optaron por quien ofreció dinamitar el Banco Central.

Miley se asemeja mucho a Bombita, aunque no tiene ni la simpatía, ni el carisma de Darín, quien personifica a Bombita (eso sí, el actor y el político, comparten su amor por los perros, aunque en el caso de Milei este lleva ese amor a dudosa situaciones metafísicas). 

Es posible también que Milei sea casi tan buen actor como Darín, aunque como lo dije antes, sin el carisma de este, y que en realidad haya estado representando el papel con el que una buena cantidad de los argentinos se identificarían. Muchas de sus propuestas vociferadas durante su campaña, no son fáciles de cumplir, y no solo por la composición del parlamento argentino, sino por otros factores inherentes a la realidad de un sociedad. 

Es sin embargo posible, que tome medidas contundentes que frenen la inflación, algo que se sabe por experiencia en otras geografías, y en otros momentos históricos, es factible.

Ahora bien, más allá de lo que pueda significar Milei para unos y para otros, y más allá de su tono que es francamente desagradable, lo cierto es que el presidente electo argentino significa para nuestro vecino austral un hito tremendamente importante dentro de la vida democrática de ese país. Me refiero al importantísimo mecanismo que hace que haya un recambio en el poder, (más allá de la dudosa experiencia del periodo de gobierno del ex presidente Macri). Lo cierto es que lo que pervierte cualquier gobierno, es el anquilosamiento, la fosilización de un determinado grupo de personas, en este caso el entorno Kirchner, detentando el poder. 

Milei no podrá actuar como Bombita, porque eso le quitaría legitimidad, y con eso podría terminar de la misma manera como terminó Pedro Castillo en el Perú. La institucionalidad argentina, débil tal vez, pero envidiable para nosotros en Bolivia, no puede ser desdeñada. Recordemos que ha sido posible llevar a cabo un juicio contra la vicepresidente en ejercicio, respetando por supuesto las formas, y no llevándola a la cárcel, porque se ha respetado su fuero. Algo también muy importante en la democracia, aunque algunos no lo crean. 

Dentro de una semana, se inicia un interesantísimo período de la historia argentina, que además afectará directa o indirectamente a nuestro pequeño país. 

El autor es operador de turismo

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