Lucila ha pasado 40 puntos de bloqueo, entre Santa Cruz y Cochabamba, para vender hot dogs, el 31 de octubre, en el Paseo del Prado. Sabe que ese día al menos 10.000 personas estarán dando vueltas como peto refresquero, exhibiendo su disfraz, y luego tendrán hambre.
Su hijito dormía a sus pies, entre bolsas de pan, de chorizos y un anafe. Lucía, hizo el sacrificio. Vino a vender porque Bs 1.000 en sus manos es mejor que quedarse quieta en Santa Cruz y no vender nada.
Maribel importa orquídeas. Sabe que las puede vender muy bien en Navidad. Ahora las que trajo han muerto en el camión, porque los bloqueos en el Chapare han impedido que lleguen a La Paz.
Sonia cría pollos. Compró 20.000 bebés para engordarlos para Navidad. Como pudo sacó un crédito del banco. Los bloqueos impidieron que la comida llegue a su granja. Así que los ha ahogado, ya que entre ellos empezaron a comerse, al no tener un grano para picotear. Ha perdido más de 20.000 dólares. No sabe cómo pagará la deuda al banco.
Martina vende licor de limón y de naranja. Algo más de 300 botellas al año. Tiene el licor, pero no lo puede envasar. Carece de las etiquetas y del capuchón termocontraíble que usa en las botellas. La imprenta no tiene el material, porque los bloqueos han impedido que llegue la materia prima.
En un taller, para emprendedoras, les dijeron que tienen que pensar en positivo. Que lo que atraen con la mente, es decir prosperidad y abundancia, se hará realidad.
Era un mensaje bienintencionado. Pero saben que con mensajes no se paga al banco, o a los de impuestos, que vagan por todo lado para cobrar multas impositivas.
El único pensamiento positivo que tienen es: que el sindicado por estupro cumpla su condena y se deje de bloqueos. Han entendido que Morales bloquea porque no quiere enfrentarse a la misma justicia que ha creado, y porque caprichosamente quiere volver a ser presidente de Plurilandia.
Los periodistas hemos sido víctimas de los bloqueos. Mis colegas han sido secuestrados y heridos solo por realizar su trabajo.
Censuro la pasividad con la que el gobierno de Luis Arce tolera los bloqueos y los delitos que de modo sistemático vienen ejecutando Morales y sus seguidores.
Entonces las acciones a seguir para salir de la actual crisis en la que está sumido el país se deben centrar en aplicar la justicia al que sea. Sea quien sea.
Además hay que disminuir el aparato estatal y reducir el gasto público para alcanzar el equilibrio fiscal.
Evaluar y cerrar las empresas públicas deficitarias y promover el crecimiento del aparato productivo privado.
Aceptar, técnica y legalmente, que el tipo de cambio que vivimos es una ficción.
Reducir el acoso tributario y flexibilizar las obligaciones que ahorcan a la iniciativa privada.
Y finalmente aceptar que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo ha fracasado rotundamente.
La autora es gerente propietaria de Valor Agregado. Gestora de prensa
