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Opinión

De visas y rutas aéreas

13 de Noviembre, 2023
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AGUSTÍN ECHALAR ASCARRUNZ

Hace unas semanas se han inaugurado las rutas aéreas que unes La Habana y Caracas con Santa Cruz de la Sierra, podría esto verse como una buena noticia, y así la ha vendido el gobierno. En el vuelo inaugural a la Habana ha ido inclusive la ministra de la presidencia, poniendo en evidencia el lado más oscuro de la implementación de este vuelo, vale decir, su contenido político.

Aunque “mientras más comunicación mejor” debería ser un axioma, lo cierto es que se deben establecer prioridades, y las de una empresa deberían ser las de generar ganancias, si se trata de una empresa estatal, deberían ser por lo menos no generar perdidas, pero en todo caso, crear el impacto económico más positivo para el país.

Bolivia, y su línea aérea, debería tratar de abocarse a tener rutas que promuevan el turismo receptivo, eso implica, tener vuelos buenos, confiables y económicos desde los países que tienen una potencial clientela grande para visitar nuestro país, como ser Europa, vale decir, España, o los EEUU, ( ideal sería además no exigir visa a los ciudadanos norteamericanos), o el Japón, pero eso es más difícil. y de los países a donde llegan los turistas de todos modos, me refiero ante todo al Perú, y dentro del hermano país,  a Lima y al Cusco. Una política que verdaderamente fomentaría el turismo a Bolivia, sería implementar vuelos “one way”, de una sola ruta, ese detalle es importante, económicos entre esos dos puntos y La Paz  ¿Porqué? Porque a esos destinos llegan muchos más turistas, (entre cinco y siete veces más de los que llegan a Bolivia), y si se facilita su llegada a Bolivia, darán ese saltito, aunque sea solo para quedarse pocos días por acá. 

Ahora bien, desde el punto de vista estrictamente turístico, es difícil imaginarse que tanto Cuba como Venezuela sean mercados para un turismo hacia Bolivia, ambos países están viviendo situaciones de gran pobreza, que hace que sus ciudadanos no puedan darse un lujo tan grande como es viajar de vacaciones. dudo también que haya muchos bolivianos que puedan permitirse unas vacaciones en el Caribe, digo para sostener esa ruta.

Ahora bien por el otro lado,  el mercado es muy variado, el turismo tiene sus variantes perversas, aparte del espantoso y criminal turismo pedófilo, está el lúdico turismo sexual, o el turismo médico, o el odontológico. Hay un turismo que es posible haga la ruta entre Caracas y Bolivia rentable, lo podríamos llamar turismo burocrático, o turismo de visa. Si, hay un interesante flujo de ciudadanos venezolanos que vienen a Bolivia a recabar una visa para poder viajar a los Estados Unidos, este tipo de “turistas”, no están tan interesados ni en paisajes ni gentes ni historias andinas, su principal interés se centra en cierto edificio de la Avenida Arce, ubicado frente a tal vez la casa más bella de La Paz, aunque ese detalle tal vez no sea reparado. Estos viajeros no son económicamente despreciables, puesto que deben quedarse en el país alrededor de una semana, entre tener la entrevista y recibir el pasaporte sellado, o un balde de agua fría. 

Este absurdo de que para recabar una visa se tenga que hacer un viaje de alrededor de una semana, y con un costo superior a los 1300 dólares, incluyendo costos consulares, correo, boletos de avión, alojamiento, y comidas, es parte del paquete del socialismo del siglo XXI, del Chavismo cadavérico, no hay expendio de visas norteamericanas en Caracas, y en Bogotá el consulado gringo está saturado, y las citas se dan luego de esperar muchísimos meses. Lastimosamente la desgracia de unos es una oportunidad de negocio para otros, sale ganando Boa, los proveedores de alojamiento y comida en La Paz,  DHL, y la operación reporta algunos ingresos al Tesoro Norteamericano. 

El deseo de muchos venezolanos de poder viajar a los EEUU es posiblemente el detalle que permita a estos países antiimperialistas, tener una ruta aérea rentable, es una ironía de la que nos podríamos reír, si no fuera que es parte de la tristisima realidad  del pueblo venezolano. 

El autor es operador de turismo

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