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Opinión

De pasajes, y emprendedores del transporte.

2 de Marzo, 2025
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Aunque el viernes pasado, la azotaina a la que el hombre naranja le propinó a su excelencia el señor Presidente de Ucrania ha hecho noticia a nivel mundial, y aquí las redes se están haciendo eco, en nuestro propio mundo provinciano, un detalle doméstico de muy poca monta nos había estado ocupando antes, el aumento de las tarifas en el transporte público de La Paz, este es en los tramos cortos de algo más de 3 centavos de dólar, pero es un monto que preocupa a una vasta mayoría y que ha hecho que muchos echen el grito al cielo,  insultado como es de esperar al alcalde Arias, que no goza de la mayor popularidad. 

Mientras en el mundo el escándalo es por cientos de miles de millones de dólares, nosotros estamos enfrascados en una medida que le cuesta al usuario de transporte publico entre 3 y 4 centavos de la divisa norteamericana.

No crea Ud. estimado lector que estoy queriendo ridiculizar el disgusto del ciudadano, si se ganan aproximadamente 200 dólares al mes, ese es hoy el sueldo mínimo, (si, ha disminuido en relación al dólar), y con eso se tiene que mantener a la familia, entonces es obvio que 3 o 4 centavos, tienen una enorme importancia.

El asunto es que esta situación nos confronta una vez más con la realidad boliviana, la de ser una de las sociedades más paupérrimas del mundo, y consiguientemente el hecho de haber desaprovechado el momento más favorable de la economía mundial, el momento en que tuvimos materias primas disponibles, que pudieron ser vendidas a un excelente precio, para poder salir de esa nuestra eterna pobreza.

El aumento del precio de los pasajes que porcentualmente no es despreciable, es absolutamente comprensible desde el punto de vista de los dueños del autotransporte, esos emprendedores, tan despreciados hasta por quienes valoran el emprendedurismo, y que son en muchos casos, no otra cosa que personas que sin un empleo seguro, optan por ganar dinero de forma honrada en un trabajo que es extremadamente demandante. 

Yo tengo simpatía por los minibuseros y los trufistas, en parte por experiencias personales, tengo un buen amigo que posee un minibús y trabaja con él, y es una bella persona, trabaja largas horas para poder cumplir con las cuotas bancarias del crédito que ha tomado para comprar un minibús chino. Por suerte su crédito es en bolivianos, pero por el otro lado, otros insumos, como repuestos, y su propia canasta familiar han subido de precio en forma considerable.

El problema del transporte, incluida la subvención de la gasolina y el diesel, es serio y deberá ser solucionado a la primera hora del próximo gobierno, (el actual ya ha renunciado a solucionar cualquier problema), llegara el momento en que se tendrá que acabar con la subvención, pero también sería interesante que se acabe con leyes que encarecen ese transporte publico manejado por emprendedores.  

Por ejemplo la importación de carros usados en buen estado, que no solo abarataría el principal costo de la actividad, sino que además incidiría en una mejor servicio, con coches eventualmente más cómodos, y con menor daño al medio ambiente.  Suena contradictorio, pero la prohibición de importación de carros usados en buen estado, hace que autos muy viejos y maltratados sigan circulando.   

El llamado proceso de cambio ha cometido una serie de errores que van a ser difíciles de enmendar, algunos requerirán una reforma constitucional, pero hay otros que pueden ser modificados con voluntad política y un mínimo entendimiento de reglas elementales de mercado. 

Es difícil imaginarse una Bolivia rica, pero por lo menos deberíamos tener un país que no se dispara a los pies, y tampoco un país que perjudica en primera instancia a los vulnerables, eso pasa con la prohibición de importación a autos usados sobre todo para el auto transporte. 

El autor es operador de turismo