La Paz, 15 de octubre de 2022 (ANF).- Sobre un barril de pólvora es el modo en el que Hernán Siles Suazo solía describir su situación pública. Estuvo sentando en uno cuando comandó al pueblo hacia la toma del poder político por el MNR el 9 de abril de 1952. Volvió a esa incierta colocación cuando encabezó la reconquista de la democracia el 10 de octubre de 1982.
Es el título del libro escrito por el periodista Rafael Archondo y la politóloga Isabel Siles, hija del expresidente Hernán Siles Suazo, es la biografía del exmandatario que sale a la luz pública a 70 y a 40 años de ambos acontecimientos. Los autores desde México y España, siguieron la pista de este importante protagonista de la historia.
“Este libro intenta recuperar un poco una historia oficial que no fue oficial” dice Archondo a la ANF, que, junto a Isabel, indagaron la trayectoria del político en el camino detectaron rasgos interesantes sobre el exmandatario que parecía no empalmar en ese tiempo que vivió; lo que les llevó a indagar más en el contexto.
“Ya que conoces a Siles como persona, dices: qué hacia este señor dirigiendo una insurrección, una guerra civil, cuando lo conoces como un pacifista que rechazaba la violencia y defendía los derechos humanos a ultranza. Entonces, yo decía es como ver un pingüino en el desierto”, comenta el periodista.
Siles adquirió un protagonismo que no lo dejó fuera pese al contexto en el que vivió y en el que los “lobos” se hacían dueños de la escena. “Estuvo muy arriba, encabezó la Revolución nacional con las armas el 52 y luego encabezó la instalación de la democracia. Es muy raro encontrar a un personaje histórico que en dos momentos de su vida está como el número uno” sostiene.
En la presentación del libro, Archondo dice que la Revolución Nacional marcó un antes y un después en la historia boliviana. Sus grandes medidas como el voto universal, la reforma agraria, la nacionalización de las minas o el apoyo al desarrollo económico de Santa Cruz transformaron radicalmente la estructura productiva y social del país, perfilando una nueva nación integradora de las mayorías indígenas y mestizas, y de sus territorios”.
Es así que su contribución fue determinante, tanto en el proceso insurreccional de abril de 1952 como en su primera presidencia, entre 1956 y 1960, cuya misión fue la estabilización de la economía tras los desajustes y la inflación generada por las medidas revolucionarias.
Señala que la transición a la democracia entre 1977-1985 tiene dos fases. En la primera, el país vivió cuatro golpes militares y nueve gobiernos en medio de la violencia institucional, la represión social y el desorden económico.
“Cuando Siles asumió su segunda presidencia en 1982, la democracia estaba aún por consolidar”. La Unidad Democrática y Popular asumió la conducción del país en un escenario de confrontación política y su rol fue de pacificación, respetó los derechos individuales, la libertad de expresión, la independencia de poderes y la participación política, aunque no pudo con la crisis inflacionaria.
“El libro intenta volver a leer el proceso en el que participó Siles, y a la vez recolocar al MNR en su rol importante, volverlo a poner en el centro no como el único actor, pero más predominante de lo que se quiere aceptar”, comentan Rafael.
Rafael Archondo, autor del libro. Foto: ANF
Entre algunos elementos que destacan los autores está mostrar que la historia no la escribieron los vencedores de la Revolución nacional, no la escribieron los movimientistas (MNR), sino que la escribió Guillermo Lora, René Zavaleta, es decir que se “impusieron” los escritores de la izquierda marxista tradicional y no aquellos que estaban ocupados en la revolución porque simplemente no tuvieron tiempo ni la paciencia de retratar aquellos que ellos mismos hicieron.
Pero tampoco escribieron los vencidos porque estaban como los falangistas en los campos de concentración o como los troskistas en la represión y el confinamiento. “Entonces, los que sí escribieron, estos intelectuales impusieron un poco sus líneas de interpretación”, añade.
“Descubrir que por ejemplo el llamado cogobierno entre la COB y el MNR en realidad era un reparto de pegas entre el ala izquierda y el ala más tradicional del partido. O esta vieja idea que la clase obrera hizo la revolución y le entregó en bandeja de plata el gobierno a la pequeña burguesía tampoco tiene mucho sentido”, apunta.
Los hallazgos de Sobre un Barril de Pólvora” desafían las tesis de que el MNR se aprovechó de una insurrección obrera para treparse en ella y desde allí aplicar un programa adverso a la clase trabajadora. También desechan la idea de que la Revolución Nacional boliviana quedó inconclusa o que fue traicionada. El libro reestablece la centralidad del MNR como núcleo dirigente aliado a sindicatos y militares y desvirtúa la hipótesis de que este partido fuese un actor más en una interacción confusa y dispersa.
La primera parte del libro escrito por su hija Isabel es un repaso a la vida de Hernán Siles, a sus entornos familiares y a su emergencia como un líder; el segundo y tercer apartado el autor es Archondo que indaga sobre la trayectoria política hasta su fallecimiento en 1996.
El periodista llegó a Bolivia para presentar el libro, lo hizo en varios escenarios, uno de ellos en la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), donde también participó Isabel Siles.
En ese escenario, Archondo dejó en el tintero temas que todavía están en discusión como por ejemplo por qué Siles se mantuvo como vicepresidente de Víctor Paz Estensoro que abrió campos de concentración o por qué no renunció cuando mataron a cuatro cruceños en Terevinto o por qué no dejó el MNR por lo que sucedió con Radepa. “Ahí está un poco la discusión de cuánto puede esperar una persona hasta conseguir el espacio y la situación estratégica para revertir errores y reconducir un proceso, lo cual se hace en base a paciencia”.
Isabel Siles, hija del exmandatario y autora del libro. Foto: ANF/NVG/