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Nacional Sociedad

Sanar la raíz

Por, Mateo Garau, S.J (.)
30 de Mayo, 2008
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Por, Mateo Garau, S.J (.) Ud. tiene muchas responsabilidades;
pero no lo dude, ninguna de tanta importancia y trascendencia como educar y dejarse educar la conciencia. En ella reside lo más noble y sagrado que Ud. es y posee. Este “Doctorado”, mucho más allá que la simple Maestría, tiene un costo elevado:
Piense simbólicamente en Euros, Yenes, Libras Esterlinas... Es una magnífica inversión. Y el éxito se duplica si, una vez Ud. “Graduado”, emprende tan importante adquisición esforzándose —tarea paciente y larga— en comunicar a sus hijos este galardón.
Nuestra crisis actual boliviana, colombiana, venezolana... tiene como uno de sus componentes un déficit de conciencia, en uno y otro bando.
Piense Ud. por ejemplo, cómo variaría todo cuando se impusiera, como punto de partida, ver la verdad de las cosas y no los propios intereses.
¿Utopía? Desde luego, pero “una sociedad sin utopías da signos de descomposición”.
(Adolfo de Palma). A su consideración los principios fundamentales:
- Esfuércese en ver su realidad y no las consecuencias que traería a su vida.
Esto vendrá después. - Todo lo que mejora al hombre – mujer, como ser espiritual, racional, social, es honesto – bueno – moral.
Con esto
ya se respira lo auténtico.
Naturalmente hará falta que
progresivamente se aclare qué actitudes y cosas mejoran
y cuáles envilecen.
Es labor de años, de receptibilidad, sabia

humildad, apertura... Pero el diagnóstico general es claro y válido para todoo humano. - Para los que hemos recibido – aceptado felices, la fe en un Dios Padre que busca nuestra verdadera felicidad y no otra gloria para El, su santa Palabra y la guía de sus colaboradores es de inmenso valor. Piensen, por ejemplo,
en los pronunciamientos (Encíclicas) de los Papas, sucesores del apóstol Pedro, en los temas de la dignidad humana, del trabajo y trabajador (justicia social) relaciones internacionales, defensa de la vida, campañas por la paz, la educación del amor, el diálogo interreligioso, el absoluto respeto por todas las creencias y por los que se declaran ateos…
Cierto, el estilo de estas comunicaciones de nuestros pastores llevan el cuño de la época en que se escribieron.
Generalmente lo verdadero de entonces lo sigue siendo ahora, pero unas veces será barroco y otras con aires del siglo XXI, será de alguien que habla “con las sandalias del pescador”. Para el hombre y la mujer abiertos “esponjas” ávidas de conocer la verdad y de vivir coherentemente con su fe, estas guías son de inmenso valor. Es más:
Ningún problema si Ud. en un determinado tema discrepa de la enseñanza pastoral de la Iglesia; jamás la fe cristiana nos exige despojarnos de nuestra visión personal de los problemas, propio juicio… sí, se nos pide tener esta hidalguía:
Reconocer que nuestra posición puede estar equivocada, en todo o en parte, (sabia modestia) y de ver, detrás de la voz humana del Papa, a Otro que le ilumina y le guía:
“Si no me fiara más de Dios que de mi mismo, renunciaría a mi fe” (Michael de Werns).
En carpeta: 10 pilares éticos para educar
una conciencia.
Próxima entrega. Para todos: Disfruten de un fin de mayo “glorioso y hermoso”.
¿Y Ud.
qué dice? ------------- (.) El autor es sacerdote jesuita
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