
La Paz, 13 de abril de 2023 (ANF).- La trata de personas con fines de explotación sexual exige un abordaje humano de esta problemática. La situación de vulnerabilidad, las formas de captación, la reacción de las instituciones y la protección y reintegración, son las “claves” para la identificación de las víctimas.
Las instituciones llamadas a proporcionar los datos de trata de personas sostienen que entre 2015 y 2021 se registraron 2.361 casos, sin embargo, las entidades de la sociedad civil que trabajan en esta temática creen que esta cifra ha sido rebasada y que “hay muchos más no identificados”.
El tema es muy sensible y por eso es importante conocer cómo abordar e identificar a las víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual, sostiene el técnico de Plan International Bolivia del proyecto “Camino a Casa”, Daniel Siles, explica que hay cuatro “claves” que se deben tomar en cuenta.
La situación de vulnerabilidad: esta es una condición en la que se encuentran las adolescentes que llegan a ser captadas por las y los tratantes. “Una de las claves para cometer la trata de personas es entender el proceso de captación, las víctimas son personas vulnerables. Y la vulnerabilidad puede ser de tipo económica, emocional o familiar donde probablemente existe violencia física o sexual. Las personas que aparecen como su salvación a veces son sus tratantes y esto sucede comúnmente a través de redes sociales”, menciona Siles.
La mayoría de las víctimas, que están entre los 11 y 20 años, interactúan en redes sociales, medios por los cuales son contactadas por personas que les ofrecen un trabajo, una relación sentimental y al pretender escapar del espacio de violencia o inestabilidad “caen como víctimas de trata”.
“Esta parte de la captación es clave, debemos entender a cabalidad los riesgos y saber cómo protegernos, porque después de una captación puede darse una desaparición y es fundamental visibilizarla, luego surge el equivocado rumor de que se fue con su pareja o se escapó”.
Otra clave son las formas de captación de las víctimas, Siles observa que en Bolivia no hay una investigación sobre cómo se las atrae y si esto está vinculado a delitos de violencia sexual, estupro y otros. “Un diagnóstico permitiría abordar el problema desde una perspectiva más profesional y asertiva en cuanto a políticas públicas y programas”.
La reacción de las instituciones de atención de víctimas tiene que tomar en cuenta la importancia de la búsqueda de una persona desaparecida, y no disminuir o minimizar bajo la idea de que hay que esperar un tiempo para buscarla.
Siles precisó que la ley prevé la “búsqueda inmediata” y que los esfuerzos se deben orientar en se sentido porque existe riesgo inminente en torno a la persona desaparecida, es decir, que puede ser sacada por frontera, trasladada a otro departamento o peor aún puede ser explotada sexualmente.
Como último paso, si una persona es rescatada de una situación de trata de personas se debe dar a la víctima protección y reintegración “este último elemento tiene una connotación bastante importante porque es la parte de restitución de la víctima”, explicó Siles.
“La Ley 2563 dice que debe haber esta reintegración a víctimas en el ámbito laboral, social económico, psicológico. Un abordaje integral”, añadió.
Estos temas han sido abordados en el taller “Abordaje de la trata de personas con fines de explotación sexual: Claves para su identificación y prevención”, evento en el que participaron autoridades y funcionarios de diferentes instituciones y niveles de Gobierno, entre ellos fiscales, policías, personal de las defensorías de la Niñez y Adolescencia y sociedad civil organizada.
El objetivo del taller, realizado en el marco del proyecto Camino a Casa de Plan International Bolivia, fue fortalecer las capacidades de los participantes en la lucha contra la trata de personas; en particular, en la identificación y prevención de la explotación sexual comercial como la principal finalidad de la trata de personas.
Dos expertos mexicanos el Dr. Óscar Montiel y la Mtra. Ixchel Yglesias, desde su experiencia, pudieron absolver las inquietudes de los participantes.
Siles acotó que este espacio ha sido fundamental porque los participantes identificaron que el abordaje de esta problemática no puede ser solo legalista, sino humana. Asimismo, ha permitido concatenar y generar la articulación de esfuerzos institucionales.
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