La Paz, 11 de abril (ANF).- Luego de confirmarse el fallecimiento por coronavirus (Covid-19) de un joven de 15 años perteneciente a la etnia yanomami en la amazonia brasileña, el temor por un impacto devastador en este grupo indígena crece ante la vulnerabilidad y la poca atención por parte de las autoridades.
Este viernes, la Secretaría Especial para la Salud Indígena (Sesai), del Ministerio de Salud brasileño, confirmó que el joven murió la noche del jueves 9 de abril mientras se encontraba en la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Boa Vista, en Roraima.
Según reporte del portal Amazonía Real, se desconoce cómo el joven fue infectado con el Covid-19 y que son alrededor de 70 personas las que están aisladas y monitoreadas por haber tenido contacto con él, entre los que se encuentran sus padres, cinco profesionales de la salud indígenas, un piloto de avión y la Comunidad Helepi, por haber mantenido contacto con él.
Esta muerte, despertó el temor de que el coronavirus pueda acabar a las comunidades de la región. Algo similar habría ocurrido entre 1960 y 1980, cuando los extractores ilegales de oro llegaron a los territorios de la comunidad yanomami, ocasionando un brote de sarampión que acabó con el 15 por ciento de esta población.
En ese sentido, el coronavirus podría tener un impacto devastador, en este pueblo indígena que se caracteriza por ser relativamente aislado y es considerado uno de los más numerosos de América del Sur porque comparte la frontera entre Brasil y Venezuela.
El Grupo de trabajo Socioambiental de la Amazonía “Wataniba”, que vela por la promoción y defensa de los derechos de los Pueblos Indígenas de la Amazonía venezolana, solicitó a las autoridades venezolanas tomar “medidas urgentes” para garantizar la salud de los indígenas de esta región, es decir, acciones concretas que garanticen el aislamiento temporal de estas comunidades y la salida de los mineros ilegales, de quienes se cree iniciaron el contagio, para evitar un nuevo “genocidio” del Pueblo Yanomami.
El coronavirus se encuentra presente en la Amazonía, según reporte de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), hasta el día 10 de abril, se han confirmado 2662 casos con un total de 111 fallecidos. Antes de esta crisis sanitaria, los pueblos amazónicos ya estaban en desventaja en cuanto al acceso a una atención sanitaria de calidad y otros aspectos que incrementan su vulnerabilidad.
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