Anuario 2022

Ratificar a Evo como líder y pedido de cambio de ministros son la génesis de la división en el MAS

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El MAS concentración. Foto: Facebook
4 de Enero, 2023

ANUARIO: La detención de Camacho ha aplacado las acusaciones del ala "evista" contra el Gobierno. El 2022 se profundizó la división


La Paz, 4 de enero de 2023 (ANF). - Evo Morales fue ratificado como máximo líder del Movimiento al Socialismo (MAS) en agosto de 2021, cuatro meses después, el Pacto de Unidad y la dirigencia nacional de ese partido, sugirieron al presidente Luis Arce cambiar al ministro de gobierno, Eduardo Del Castillo. Ambos hechos dieron comienzo a una división en el instrumento político que se ha profundizado este 2022.

El 4 de agosto de ese año se desarrolló el III Congreso Orgánico del MAS que aprobó las modificaciones a su estatuto, donde se impuso la línea del “evismo” para disciplinar a su militancia. En esa oportunidad, el vicepresidente del MAS, Gerardo García, manifestó que por unanimidad se decidió ratificarlo en ese cargo, además que anunció sanciones para aquellos “traidores” al proceso de cambio.

Posteriormente, el 27 de diciembre Morales sostuvo una reunión con Luis Arce, David Choquehuanca, la dirigencia del MAS y el Pacto de Unidad en palacio de gobierno, en ese encuentro se habló por primera vez de cambiar a algunos ministros. Tres días después, en el ampliado de las Seis Federaciones del trópico de Cochabamba, el exmandatario ratificó su posición.

Al respecto, el jefe de bancada nacional del MAS en diputados, Andrés Flores, dijo que esos factores fueron el punto de inflexión para la división del Instrumento Político. Aunque, apuntó a los exministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y de Gobierno, Carlos Romero como los responsables de la ruptura interna, por su influencia en el exmandatario.

“Casi a finales del 2021 el hermano Evo Morales cuestionó a los colaboradores del presidente Arce, creo que ese puede ser el inicio de la división del MAS. Pero también creo que Quintana y Romero tienen que ver en esto, ellos están asesorando mal al expresidente. Parece que quieren tener el control de algún ministerio”, afirmó.

Sin embargo, su colega Rolando Cuéllar señaló que las fricciones comenzaron un día después a la toma de posesión presidencial de Arce, el 8 de noviembre de 2020, cuando Evo Morales retornó a Bolivia desde Argentina.

“Lamentablemente vino a imponer listas y quiso usurpar funciones, como si él fuera presidente del Estado sin entender que feneció su cargo”, dijo el legislador de forma escueta.

A partir de entonces los roces en el oficialismo se hicieron más evidentes. Incluso, los legisladores cercanos a Morales junto a la dirigencia del MAS, acusaron a Choquehuanca porque supuestamente estaba formando su propia estructura política.

En julio de 2022, los mandatarios sostuvieron una reunión con el Pacto de Unidad y la dirigencia del partido azul en Cochabamba donde destacaron la unidad en el oficialismo tras diferencias internas. Esa fue la última ocasión donde se los observó en una franca alianza y unidad.

En ese contexto, el secretario político de la Dirección Nacional del MAS, Froilán Fulguera, manifestó que Morales, al ser presidente del instrumento político tiene el derecho de hacer las observaciones al gabinete del mandatario. Además, que eso se respalda con la experiencia que obtuvo en los 14 años en el poder.

“Evo es presidente de la dirección del MAS y tiene el derecho de hacer las observaciones que considere necesarias, además cabe destacar la experiencia por sus 14 años como presidente.  No tienen por qué molestarse por las críticas que realice”, resaltó.

La detención del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ha logrado bajar la tensión entre el Gobierno y la Dirección Nacional del MAS. Morales tenía semanas acusando a la administración de Arce de haber consolidado un "pacto de la impunidad" con los opositores Creemos y Comunidad  Ciudadana.

Este escenario tuvo como antecedentes una serie de acusaciones del bloqueo "evista" al Gobierno. Explotó el caso de corrupción en la ABC sobre una millonaria coima; los "narcoaudios" que involucraban a altos jefes antidroga; la protección al narcotráfico, la sindicación de que el ministro Eduardo Del Castillo es un "narco", entre otros temas.

Los ministros de Gobierno y Justicia, Eduardo Del Castillo e Iván Lima, respectivamente fueron el "blanco". Los tildaron de vinculaciones con "golpistas" y neoliberales.

El bloque "evista" también cuestionó al Gobierno el por qué ordenaron que se retiren las banderas del MAS en los actos oficiales; por qué se prohibió a los funcionarios no aportar al partido; así como acusarlos de boicotear la concentración del 18 de diciembre.    

Un suprapoder y carrera electoral

El analista político Carlos Cordero, explicó que se pueden destacar dos factores que van concatenados, el primero es que Morales quiso crear un “suprapoder” desde el partido para fiscalizar y controlar el gobierno de Arce, con el fin de recuperar protagonismo político y presentarse como candidato a la presidencia en las elecciones de 2025.

A la vez, recordó que Arce está habilitado constitucionalmente para repostularse a los próximos comicios electorales, a su criterio, ese es el conflicto de fondo en el MAS. Los afines a ambos personajes anunciaron que trabajarán para concretar sus candidaturas.

“El partido tiene el objetivo de fiscalizar, pero con un afán de protagonizar en la política y eso es lo que está haciendo Evo Morales. Él solo tiene el poder del partido, en cambio Arce tiene el poder del Estado. Por eso Morales tiene que estar haciendo malabarismos en los medios para protagonizar y que le sirva para su carrera electoral”, destacó.

Para el politólogo Marcelo Silva, el líder cocalero se atrincheró en la dirigencia del MAS para atacar al Ejecutivo y de esa forma mantener su vigencia política, con el fin de restar protagonismo a Luis Arce, que, a su criterio, tiene la intención de conquistar el liderazgo del partido.

“Lo que es cierto es que Evo Morales se ha atrincherado en la dirigencia del partido para lanzar críticas al Gobierno, quiere mantener su vigencia política y mediática. El tema es ¿qué pasaría si Morales deja de ser el jefe del MAS y en una interna se define que ese liderazgo debe ser ocupado por el presidente del Estado?”, añadió.

Limar asperezas

Por otra parte, Fulguera admitió la división y dijo que esas divergencias deben ser consideradas y analizadas en un ampliado nacional, donde se puedan limar asperezas y ratificar la unidad del instrumento político.

Ese punto de vista fue respaldado por el jefe de Bancada Nacional, Andrés Flores, quien espera que esa reunión pueda desarrollarse lo más antes posible y llegar a un acuerdo entre ambos bandos.

Los desacuerdos en el MAS se acentuaron se eligieron a los nuevos líderes en la Asamblea Legislativa, que en el caso de la Cámara de Diputados quedó en manos del bloque "arcista", a lo que se sumó la aprobación de la ley del censo.

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