Anuario 2016

Morales perdió el referéndum, pero ya tiene la estrategia para volver a candidatear el 2019

19 DIC
Evo Morales arropado por sus bases durante el último congreso del MAS en Montero. Foto: ABI
19 de Diciembre, 2016

El MAS desplegó una intensa campaña para ganar el referéndum del 1 de febrero. Sin embargo, perdió. Faltando 18 días para la contienda electoral, el caso Zapata copó la agenda mediática y de las redes sociales. Morales atribuyó su derrota a “la mentira” sobre su exnovia. Ahora, el MAS aprobó cuatro vías para legalizar la postulación de Morales el 2019.



Nancy Vacaflor G.

La Paz, 19 de diciembre (ANF).- El 21 de febrero, 6,2 millones de bolivianos fueron a las urnas para decidir sobre la repostulación de Evo Morales y Álvaro García Linera para las elecciones de 2019. Con un estrecho margen del 2,6% el sueño del Movimiento al Socialismo (MAS) quedó frustrado porque el No se impuso en el referéndum constitucional.

Sin embargo, ahora, menos de un año después, el MAS ya tiene la estrategia lista para garantizar que Morales postule a un cuarto mandato el 2019, pese a que perdió el referéndum y a que la Constitución se lo prohíbe. 

La primera opción es repetir el referéndum; la segunda es la iniciativa ciudadana, que implica recolectar firmas que representen el 20% del padrón electoral, pero en este caso, también se requiere ir a un referéndum. La tercera es la renuncia anticipada del presidente para que este período no se contabilice y la cuarta, la interpretación de la Carta Magna a cargo del Tribunal Constitucional.

Tras gobernar apenas ocho meses de su tercer mandato, los sectores sociales que le apoyaron introdujeron el tema de la repostulación en la agenda. El oficialismo optó por un cambio constitucional que fue aprobado en la Asamblea Legislativa y refrendado por el Tribunal Constitucional. Sin embargo, fue rechazado en las urnas.

Las dos figuras principales se sumergieron en una intensa campaña electoral, con una estrategia directa (marchas y concentraciones masivas) y una amplia cobertura en los medios de comunicación privados y públicos.

La campaña avanzó en medio de denuncias por la utilización de los bienes y logística del Estado para que los mandatarios, que no se despojaron de su investidura, tengan un camino expedito para convencer a los indecisos e inclinar las encuestas a su favor.

El MAS arropado todavía con su victoria en las elecciones de 2014, buscaba en fresco lograr nuevamente el apoyo electoral para abrir la Carta Magna y habilitar a sus dos líderes “indiscutibles” para las elecciones de 2019. 

La campaña avanzaba sin sobresaltos para el MAS, al punto que el oficialismo esperaba imponerse con un 70% de respaldo, sin embargo, faltando 18 días para el referéndum apareció en escena la rubia Gabriela Zapata, la exnovia del Presidente.

El 3 de febrero, Carlos Valverde, presentador de televisión lanzó una acusación contra el Mandatario, dijo que había incurrido en “tráfico de influencias” y para sustentar su afirmación reveló la existencia de un presunto hijo con Gabriela Zapata, una mujer que ocupaba un cargo ejecutivo en la empresa china CAMC, que tenía contratos millonarios con el Estado boliviano. 

Pese a los esfuerzos del oficialismo por minimizar y aislar el tema del ámbito electoral, el caso tomó preponderancia en los medios de comunicación y en las redes sociales, desde donde creció una contracampaña a la repostulación.

La campaña entonces dio un giro. El Gobierno perdió la iniciativa y pasó a responder, aclarar y envolverse en contradicciones sobre Zapata. Una vez que pasó el referéndum el caso se judicializó y la mujer fue detenida en la cárcel acusada de varios delitos. Para entonces, el MAS había perdido la su batalla por la repostulación.

Un estrecho margen definió la victoria del No con el 51,31%, mientras que el Sí obtuvo 48,69%. El presidente Morales, el Gobierno y el MAS culparon a los opositores, los medios de comunicación y las redes sociales de la derrota porque presuntamente armaron “una guerra sucia” basada en las “mentiras” de la expareja del Mandatario.

Zapata había dicho que tenía un hijo con Morales, aunque luego señaló que éste murió. Morales también admitió que tuvo un hijo con su exnovia, aunque luego llegó la conclusión de que nunca había existido. La denuncia de tráfico de influencias no fue investigada.

“Las redes sociales con las mentiras hizo daño, estamos convencidos de ello”, se quejó Morales en una rueda de prensa, donde también señaló a la oposición y a algunos medios de haber jugado en contra de la reforma constitucional.

Analistas y sectores que impulsaron la opción del No argumentan que el 51,31% en realidad se pronunció en contra de un partido hegemónico en el poder y que pretende quedarse más de 15 años en el Gobierno.

Sin embargo, el capítulo no está cerrado, tras el referéndum los sectores sociales afines al MAS alegan que fue una consulta en la que se usó la “mentira” como principal factor de campaña; por eso, ahora ensayan cuatro vías para volver a plantear la repostulación de Morales.

/NVG/MVV/


Williams Bascopé, analista:

“No se descartaría invocar la carta democrática”

Tomando en cuenta que el pueblo ya se ha pronunciado en contra de una nueva postulación del presidente Evo Morales, el constitucionalista Williams Bascopé señala que, de persistir en esa intención, se podría analizar la presentación de una demanda internacional y de invocar a la carta democrática de la OEA.

“Si el MAS insiste con cambiar la CPE se podría analizar un escenario de denuncia internacional, porque se estaría violando la soberanía del pueblo, ante la CIDH y no se descartaría invocar la carta democrática que todos los países de América Latina suscribieron ante la posibilidad de una ruptura del orden constitucional en los países”, dijo Bascopé.

Por otro lado, considera que se podría dar “el desistimiento del MAS en su intención de forzar la reforma constitucional, porque el escenario ya es complejo por la corrupción, los gastos dispendiosos y la escasez del agua. La gente no va a aguantar. Si el MAS tiene algo de coherencia tendría que desistir”.

En su criterio, “lo más acertado que puede hacer el MAS ante la historia y por sobrevivencia es apuntar a nuevos liderazgo”.

Recordó que el 21 de febrero se ha dado un mandato de carácter constitucional. “El resultado es de carácter obligatorio en su cumplimiento y vinculante para las autoridades. Tratar de llevar adelante una modificación del artículo 168 de la Constitución obviamente rompe la armonía y el orden constitucional. Lo que puede tensionar el país”, dijo.

En su percepción, en el futuro los sectores de oposición, los que están en espacios estatales “tendrían que hacer un frente común para exigir el respeto del artículo 168 de la Carta Magna”.

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