La Paz, 20 de noviembre (ANF).- Dirigentes de los distritos 4 y 5 de ciudad de El Alto confirmaron que durante el paro indefinido de agosto en el puente de Río Seco se estableció un “peaje” de 10 a 20 bolivianos para transeúntes y motorizados, con el objetivo de recaudar para la compra de insumos como bebidas, petardos y coca para los bloqueadores.
En agosto, el país vivió uno de los últimos paros indefinidos del año convocado por la Central Obrera Boliviana (COB), el Pacto de Unidad y otros grupos afines al Movimiento Al Socialismo (MAS). El pedido con el que inició fue la realización de las elecciones generales el 6 de septiembre. La decisión de ir a la medida de presión fue tomada en un cabildo en La Ceja de esa urbe.
ANF conversó con dirigentes vecinales de Villa Esperanza, Villa Tunari y urbanizaciones aledañas al puente de Río Seco para recopilar información sobre cómo se vivió el bloqueo en agosto, en ese sector. Ese punto de El Alto es uno de los lugares estratégicos más importantes para causar mayor impacto con los bloqueos.
De acuerdo con Alejandro Llanque, vicepresidente de la zona Villa Esperanza del Distrito 5 y Walter Laime Alejo, presidente de la urbanización Villa Tunari del Distrito 4, el bloqueo de caminos fue “tan contundente que por las noches hasta bloqueadores en estado de ebriedad realizaban el cobro de los peajes”.
Justificaron que los vecinos del sector “tenían muy presente las malas acciones” que realizaba el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez en temas de salud, educación y economía. Entre ellas, la clausura el año escolar, no prestar mayor atención a los hospitales, irregularidades en la compra de respiradores, postularse como candidata a las elecciones, no generar mayores oportunidades de empleo y, principalmente, extenderse en el mandato por 11 meses y no priorizar las elecciones.
Aunque los dirigentes indicaron no recordar con precisión “de dónde venían los borrachitos” a los puntos de bloqueo, Laime cree que eran personas que llegaban desde barrios del Distrito 4. Llanque afirmó que daban “mal aspecto al lugar”, pero reconoció que esas personas ayudaron a sostener el bloqueo de caminos por las noches, ya que “una persona, padre de familia, no contaba con la fuerza y el tiempo para estar en un punto de bloqueo las 24 horas”.
Laime agregó que vio que las personas que pernoctaban y luego se iban, “tenían su fiambre”. “Es que hermano, es para tiempo ¿no vamos a estar aquí parados todo el día? No entiendo de dónde saca para vivir la gente que está ahí todo el día” en los bloqueos.
Recordó que se habían descargado promontorios de tierra para hacer más contundente la medida, pero no supo decir quién autorizó realizar esas acciones.
Los denominados “autoconvocados”, impulsores del bloqueo
Tras la crisis política y social desatada en el periodo postelectoral de 2019, la representación de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto llegó a tener tres direcciones. Dos de ellas, encabezadas por Bacilio Villasante y Nestor Yujra, respectivamente, fueron tildadas de políticas; la primera afín al MAS y la segunda al Gobierno Municipal de Unidad Nacional (UN), denominada los “amarillos”.
La última Fejuve en conformarse fue la dirigida por Fernando Condori, la que se describió ser “verdadera y cívica”.
Según el recojo de información para este reportaje, los dirigentes Villasante y Condori habían unido fuerzas por diferentes circunstancias y afinidad con el MAS. No obstante, según reportes periodísticos del conflicto de agosto, dos Fejuves expresaron su rechazo a los bloqueos y solo la facción de Basilio Villasante determinó sumarse a la protesta convocada por la COB.
De los tres dirigentes de la Fejuve, ANF solo pudo conversar con Villasante quien señaló que la consigna de las movilizaciones en agosto era exigir elecciones. Durante los últimos días del conflicto de agosto se realizaron al menos dos cabildos, convocados por este dirigente, donde se exigió la renuncia de Áñez. Este medio no tuvo éxito en conversar con Condori, ya que no llegó a la entrevista y dejó de contestar las llamadas.
A los dirigentes zonales entrevistados se les consultó sobre quiénes fueron los que convocaron a los bloqueos y las versiones fueron variadas. Algunos dijeron que fue la Fejuve afín al MAS, otros, que fue por convicción propia al estar cansados de tanto encierro en la cuarentena y, otros apuntaron a la misma dirigencia vecinal. Pero la conclusión de la mayoría es que “la gente se autoconvocó”. Dijeron que como cabezas de zonas no podían llamar a una reunión y pedirles que salgan a bloquear en plena pandemia, “sería irresponsable”, expresaron.
Sin embargo, durante los días de la medida se conocieron varias denuncias por redes sociales con videos en los que se veían reuniones vecinales en El Alto donde la dirigencia ponía a consideración la obligatoriedad de sumarse a las medidas de presión. La Fejuve contestataria también denunció que la dirigencia y organizaciones afines al MAS, denominados “autoconvocados”, mediante secuestros y amenazas de tortura obligaron a dirigentes, que se oponían a las medidas, a comprometerse a participar y convocar.
El presidente de la Fejuve afín al MAS, Basilio Villasante, reconoció que el bloqueo de caminos fue impulsado por esa organización social después de que la COB y el Pacto de Unidad decidieron ingresar al paro indefinido. Sin embargo, el concejal alteño, Javier Tarqui, de Soberanía y Libertad (Sol.bo), aseguró que el que organizó el bloqueo de caminos fue el MAS para no perder la personería jurídica.
Empero, todos los entrevistados, coincidieron en que el principal motivo del paro indefinido fue que se realice las elecciones generales antes de la fecha definida del 18 de octubre.
De acuerdo con los entrevistados, “la autoconvocatoria” nació en los meses de octubre y noviembre del año pasado, después de la renuncia del expresidente Evo Morales.
A criterio de Edwin Alanoca, presidente de la Urbanización Villa Esperanza del Distrito 5, este fenómeno no se observó durante los bloqueos de caminos en agosto porque de por medio existía una dirigencia y organización establecida para asumir cualquier medida en esa urbanización. Sin embargo, Laime del Distrito 4, señaló que se tomó este accionar en su sector porque, como dirigentes, no podían convocar a los vecinos a salir a las calles a bloquear “en plena pandemia”.
Al respecto, Villasante recordó la importancia de tener una organización que tenga representación frente a las autoridades. “Mientras no haya una estructura representativa dentro de una organización social, no le viene nada bien al pueblo”, expresó.
Dijo que la “autoconvocatoria” surgió para evitar la persecución a los dirigentes de parte de las autoridades; aunque reconoció que por los conflictos de agosto existen detenidos del Distrito 7. El presidente de la urbanización San Cristóbal del Distrito 7, Freddy Nelson Yujra, informó que al menos cinco personas estarían involucradas y algunos aprehendidos, acusados de delitos de terrorismo, genocidio, delitos contra la salud pública, deterioro de bienes del Estado e incitación pública a delinquir.
Sin embargo, Yujra está seguro de que se trata de una persecución política porque ellos habrían salido a las calles a bloquear en defensa de la democracia y para exigir al Gobierno que atienda a la población en temas de la salud, educación, economía y se realicen las elecciones. “No hemos robado, no somos violadores”, expresó.
Dijo que el Distrito 7 es el bastión de lucha del sector norte de El Alto porque fueron una de las primeras zonas de esa urbe en sumarse al bloqueo de caminos en agosto. Paralelamente a ellos, estaban los de Río Seco y otros sectores como Senkata.
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