ANUARIO ANF 2018

/Anuario 2018/ Abusos sexuales contra menores de edad, una tragedia que cuestiona a la jerarquía eclesial

20 DIC
Foto: CNN
20 de Diciembre, 2018

Al menos 100.000 personas en el mundo fueron víctimas de algún tipo de abuso sexual por parte de algún miembro de la Iglesia Católica.


La Paz, 20 de diciembre (ANF).- Según la organización “Poner Fin a los Abusos del Clero” (ECA Global por sus siglas en inglés), al menos 100.000  personas fueron víctimas de algún tipo de abuso sexual por parte de algún miembro de la Iglesia Católica. La cifra que maneja el organismo independiente, conformado por supervivientes de abuso clerical, tiene como base casos comprobados y recopilados de todo el mundo. 

En este informe, al cual accedió el medio digital eldiario.es, varios países ya han hecho públicos los casos de niños y niñas que fueron violados y abusados por sacerdotes, religiosos y obispos. Entre ellos están: Estados Unidos (18.565 víctimas de abuso), Canadá (12.000), Australia (4.447), Irlanda (14.000), Holanda (entre 10.000 y 20.000), Austria (837), Suiza (294), Bélgica (1.046), Alemania (927), Perú (36), Chile (266), Argentina (20), entre otros Estados.

“Resulta razonable pensar que hay centenares de miles de víctimas en todo el mundo. Hay muy poca información disponible, ya que ni la Iglesia ni la mayor parte de Estados ha tenido el menor interés en estudiar la magnitud del problema", señaló a eldiario.es Miguel Ángel Hurtado, víctima de abusos por parte de un sacerdote en Barcelona cuando tenía 16 años, y actualmente portavoz de ECA Global.

Todos estos casos lograron que la Iglesia Católica sea vista por ciertos sectores como una amenaza y no como un espacio de seguridad y protección para niños, niñas y adolescentes. El fenómeno de los abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes se registra tanto en esta religión como en diversas sociedades, pues está presente en distintas culturas, clases sociales y diversas religiones, hasta en el propio seno familiar. 

Según el sacerdote jesuita y médico, Daniel Mercado SJ, en un artículo publicado en la Revista Cuarto Intermedio, el abuso sexual contra menores está ampliamente difundido en nuestras sociedades, pero cuando ocurre en la Iglesia  católica y por un clérigo, se vuelve delito aún “más horrible” porque contradice el rol que se espera de esta Institución y de sus miembros.

“Es un fenómeno ampliamente difundido, pero sería ridículo excusarse con este argumento de la obligación que tiene la Iglesia de convertirse en una institución de la que el abuso sea proscrito. No podemos tolerar que el entorno eclesial les sirva de espacio de acción impune a estos crímenes horrendos. Escudarse en que otros lo hacen sería declararse abiertamente cómplices”, afirma.

En ese sentido, Mercado considera que algunos modos de proceder de la Iglesia favorecen a los abusadores, a la verticalidad, al machismo y, sobre todo, al clericalismo, entendido como un estado de abuso de poder. En ese contexto, la Iglesia cometió errores al enfrentar el fenómeno del abuso sexual contra menores. 

Los errores cometidos

Para el padre Daniel Mercado existen tres tipos de errores cometidos por la Iglesia Católica y que en algunos casos se han repetido una y otra vez. Un primer error es descrito por el jesuita como el “no escuchar a la víctima”. Esto porque se tiende a considerar al menor como fantasioso y al sacerdote como incapaz de un acto semejante. Situación que produjo que varios obispos no tomen acciones enérgicas contra los abusadores, sino permitir que continúen en sus funciones. 

Un segundo error sería “el creer que eso no pasa entre nosotros”. Ya que desde que se tuvieron las primeras noticias de abusos en Estados Unidos y Europa se tuvo un escepticismo sobre el tema”. Y en tercer lugar, el error de “creer en soluciones mágicas”. Los agresores lograban convencer a sus superiores de que el hecho no se repetiría y conseguían ser trasladados de parroquia o diócesis.   

“Los errores cometidos por la Iglesia en el pasado, deben obligarnos a enmendarlos y no repetirlos: debemos escuchar a las víctimas, reconocer la presencia del fenómeno del abuso entre nosotros y saber que la rehabilitación de clérigos abusadores debe ser asumida por un equipo profesional”, enfatiza Mercado.

El 20 de agosto, el Papa Francisco, mediante una misiva, reconoció que la Iglesia Católica no actuó ante acusaciones de abuso sexual por parte de clérigos contra menores desde hace décadas.

“Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse", dice luego de conocerse un informe del Gran Jurado de Pensilvania (Estados Unidos) donde se detallan décadas de abuso sexual por parte de sacerdotes a menores y todo el encubrimiento que realizaron algunos miembros de la jerarquía eclesial.

 Lea la carta completa aquí: https://www.scribd.com/document/394787358/Papa-Francesco-20180820-Lettera-Popolo-Didio

Para el P. Daniel Mercado, SJ, es necesario tomar medidas al respecto para no seguir cometiendo estos errores, por ello es necesario promover una cultura de protección al menor que involucre no solo al abusador y abusado, sino de los terceros para  detectar las señales de peligro. Asimismo, la información sobre el abuso sexual y sus implicaciones en todos los ámbitos eclesiales sería indispensable. Por último, señala Mercado, cuando el abuso ya ocurrió se deben establecer medidas para atender a las víctimas lo más pronto posible y buscar la atención psicológica, médica, social y legal.

“Para todas estas medidas el común denominador es la información. Conocer qué es el abuso sexual de menores, qué medidas se pueden adoptar para minimizar los riesgos de abuso, saber reconocer las señales de peligro y cómo actuar cuando se las detecta y finalmente actuar con prioridad sobre la víctima para aminorar el impacto dañino que tuviera el abuso en ella. También es importante reconocer que el abusador tiene que recibir atención profesional seria”, finaliza Mercado.

/CJL/

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