La Paz, 14 de septiembre (ANF).- Israel, el niño que vivía en la casucha de un perro en El Alto, padece de una enfermedad mental y cree que su madre que lo abandonó a él y su hermano menor trabaja de voceadora en un minibús en la urbe alteña. Razón que lo motivó para huir de la casa de acogida Eguino, ubicada en La Paz, con la esperanza de reencontrarse con su madre.
De acuerdo a la responsable de Desarrollo Humano de la comuna paceña, Rosmery Acarapi, Israel de 13 años escapó en más de una ocasión del hogar que lo cobijó desde 2016, y cree en “su imaginario” que su madre "se gana la vida trabajando de voceadora de minibuses en la ciudad alteña".
“El menor tiene problemas de conducta, problemas psiquiátricos. No es la primera vez que él se escapa del hogar”, explicó la funcionaria edil.
Israel recientemente fue rescatado por la Defensoría de la Niñez de El Alto de una casa improvisada para perro ubicada en plena avenida Panorámica, donde vivió por más de dos semanas y se alimentaba de la basura, de la caridad de los vecinos y de sus ocasionales ganancias como lava platos y voceador.
De acuerdo a las primeras investigaciones, se manejaba la hipótesis de que los padres del adolescente habrían fallecido en un accidente o que eran alcohólicos, sin embargo, Acarapi reveló que ambos padres viven, pero que desde el año pasado desaparecieron y se desentendieron de Israel y su hermano menor de 10 años que también permanece en un albergue.
“Desde que la Defensoría de Max Paredes remitió el caso en 2016, la mamá no retornó para las terapias psicológicas, se desentendieron. Se la convocó en varias oportunidades, pero desapareció. El papá de la misma manera y por eso se toma la decisión de que los menores vayan a un hogar”, afirmó.
La fuga
El primer albergue que cobijó a Israel fue el Bicentenario de Mallasa que es de administración municipal, en ese centro estaba junto a su hermano menor, pero según la declaración de la comuna, el adolescente golpeaba al más pequeño y por eso decidieron separarlos. Fue remitido a la casa Eguino dependiente de la Fundación Alalay.
El 23 de agosto, cuando Israel decidió fugarse del hogar Eguino, se encontraba jugando a las “luchitas” con otros internos, pero recibió golpes accidentales y decidió escapar.
“Cuando huye de ese espacio es porque jugando a las luchitas con sus compañeros, lo lastiman y decide fugarse y se va hasta el municipio de El Alto, donde luego lo rescatan”, indicó.
Por su parte la directora ejecutiva de la fundación Alalay, Claudia Gonzales, confirmó que Israel huyó del hogar el 23 agosto, cuando asistía a clases y ya no retornó al albergue. Además, señaló que el menor sufre de una enfermedad mental que incluso era tratado por una psiquiatra de esa organización.
“Ha huido del colegio el 23 de agosto, el 24 notificamos a la Defensoría y a la Juez de menores. Él es un niño que está siendo medicado, tiene problemas psiquiátricos. Durante todo este tiempo no ha estado con su tratamiento correspondiente”, argumentó.
Incluso añadió que un grupo de psicólogos fue en su búsqueda a las calles por varios días, pero no lo encontraron porque Israel decidió “establecerse” en la urbe alteña.
“El niño huyó en más de una oportunidad, al menos tres veces. Se perdía un día y regresaba al día siguiente. Nosotros lo hemos buscado”, sostuvo.
La permanencia de Israel será definida en las próximas horas, según Desarrollo Social de la comuna, se evaluará el caso y se analizará si el menor retorna al hogar de la Fundación Alalay o será remitido a un albergue municipal.
Alalay niega maltrato
Gonzales negó rotundamente que en la casa hogar que acoge a 25 personas, entre menores de 8 y 18 años, se haya maltratado a Israel e incluso aseveró que trabajan con el modelo “puerta abierta”, es decir que los internos pueden entrar y salir cuando lo requieran. Destacó que muchos de los albergados estudian en colegios, institutos técnicos y universidades para superarse.
“Quiero decirles que en este hogar no hay violencia, no existe ninguna persona que haya hecho algún tipo de violencia con este niño (…). Nuestro modelo de puerta abierta permite que salgan para ir al colegio, institutos o universidades. Nosotros trabajamos con la decisión de cada uno de ellos”, aseguró.
Respecto a la familia del adolescente, refirió que las investigaciones que recabaron revelan que los pequeños “nunca” conocieron a su padre y que su mamá está desaparecida desde hace mucho tiempo y que incluso se presume que consume bebidas alcohólicas. A pesar de que se encontró a un familiar cercano, este no quiere hacerse responsable de los dos hermanos.
“Según el informe social, Israel no conoce a su papá, pero si tiene mamá que está desaparecida y en algún momento consumía alcohol. Creo que hay un tío, pero no quiere hacerse cargo de él”, indicó.
Vecinos
Lucy, una vecina y vendedora del pasaje Jiménez que está cerca al albergue Eguino, señaló que toda la noche escucha pedidos de auxilio de los menores que están albergados en ese centro.
“Tipo nueve y diez de la noche se escucha hartos gritos de los niños. Unos piden auxilio, otros dicen ‘ya no me pegues’. Sería bien que haya alguna autoridad que verifique todo eso, es una pena oír esos gritos. Cuando preguntamos qué pasa, nos dicen que entre ellos se pelean”, aseveró.
Otro vecino del lugar refirió que en una oportunidad también oyó llantos de uno de los albergados y que incluso los efectivos del módulo policial Juancito Pinto tuvieron que intervenir.
“El chico lloraba tanto que pedimos a la policía que intervenga, cuando salió (el uniformado) nos dijo que los llantos eran de un menor que estaba enfermo de la cabeza”, declaró.
La directora de la Fundación Alalay reiteró que en ese hogar no hay ningún tipo de violencia.
Sedeges
El responsable de acreditación del Servicio de Gestión Social (Sedeges), César Hidalgo, encabezó una inspección a La casa Eguino y evidenció que algunos medicamentos estaban vencidos y también se verificó que había frazadas y colchón en mal estado y sucio. Además, de la infraestructura.
El Sedeges durante la inspección al hogar Eguino donde estaba albergado Israel.
“Hemos encontrado medicamentos vencidos, ambientes con falta de limpieza. Mobiliarios que tienen que renovar, había colchones sucios. Vamos a remitir un informe para que renueven todo en un plazo de un mes”, indicó.
Hidalgo señaló que ese centro de acogida cuenta con el personal adecuado para la atención de los internos, sin embargo, remarcó que esta gestión debe renovar sus documentos de acreditación para seguir funcionando.
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