Luis Espinal unos años antes de su muerte.
La Paz, 16 de enero (ANF).- Tras haber sido suspendida en una primera instancia, el fiscal de materia de La Paz, Genaro Quenta, volvió a fijar hora y día para la exhumación de los restos del sacerdote jesuita Luis Espinal, asesinado en marzo de 1980.
“Se señala nuevo día y hora de audiencia de exhumación del cadáver del Sr. Luis Espinal Camps para el día martes 31 de enero del 2017 a horas 14:30, acto que se llevará a cabo en el Cementerio General de la ciudad de La Paz”, dice la resolución firmada por Quenta.
Según el fiscal, no existe un informe de autopsia del cuerpo de Espinal, y que existen dudas sobre si los restos que están en su tumba le pertenecieron al sacerdote español, torturado y asesinado a tiros por paramilitares en 1980, cuatro meses antes del golpe de Estado de Luis García Meza.
La decisión de Quenta de exhumar los restos generó críticas puesto que sí existe un informe de autopsia, según reveló el médico que hizo ese trabajo, Rolando Costa Arduz.
Además, mediante un memorial, la Compañía de Jesús expresó que no está de acuerdo con la exhumación del cadáver porque teme que su memoria sea usada para fines que no condicen con la investigación.
“Precautelando la memoria histórica del P. Espinal, en virtud al respeto con el que se debe tratar el cuerpo tanto en vida como después de la muerte, la Compañía de Jesús manifiesta su desacuerdo con la exhumación de los restos del P. Luis Espinal”, indicó un comunicado enviado por el padre Ignacio Suñol, secretario de la orden en el país.
En ese comunicado, la Compañía hace conocer los puntos centrales del memorial enviado a la Fiscalía e indica que no fue notificada oficialmente de la decisión de Quenta.
Finalmente, indica que “la Compañía de Jesús expresa su plena voluntad de que se esclarezcan los hechos que tan injustamente causaron la muerte de nuestro hermano P. Luis Espinal Camps”.
La exhumación fue dispuesta por Quenta dentro del caso seguido por el Ministerio Público a instancia de Roberto Meleán, actual acusado de los hechos, en contra de Jaime Niño de Guzmán Quiroz, un exmilitar sospechoso de haber cometido crímenes durante la dictadura de García Meza.
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