Rosario Calle, la representante de la Asociación de Personas y Familiares con Cáncer. Foto: ANF
Uno de los logros más importantes de la gestión de Calle es la construcción de la nueva unidad de Radioterapia del Hospital de Clínicas y la adquisición del acelerador lineal que estará listo en 20 meses.
La Paz, 4 de
junio (ANF).- Siempre
tiene una sonrisa en su rostro, su voz dulce y tierna hace que los enfermos y
familiares con cáncer se sientan en “confianza”; no dudan en acudir a ella para
solicitar ayuda o hasta un abrazo, sabiendo que ese afecto será correspondido
por Rosario Calle, a quien consideran su ángel de la guarda.
Calle,
más conocida como “Charito”, es la representante de la Asociación de Personas y
Familiares con Cáncer desde 2015. Desde esa fecha hasta ahora, no hay día que no
deje de luchar por los derechos y una atención digna para los enfermos con
cáncer.
Cuando
conoce a un paciente de escasos recursos y en estado crítico se conmueve hasta
las lágrimas y no duda en buscar ayuda para los medicamentos, sesiones y hasta
cirugías. Si hay un enfermo o familiar que llega del área rural, los atiende en
su idioma originario, el aimara, y así va orientando a cada paciente que alberga
en su organización.
Charito
relata que llegó a la unidad de Radioterapia del Hospital de Clínicas el 2015,
cuando acompañaba a su papá para que reciba tratamiento oncológico, desde
entonces se encariñó con cada paciente y familiar que fue conociendo y con
quienes compartía las mismas penas.
“He
visto el sufrimiento de mucha gente, aquí he aprendido a valorar la vida. He
visto cómo esta gente lucha por un día más de vida. La gente aquí tiene muchas
ganas de vivir”, señala. Dice que como representante aprendió a “amar al
prójimo”.
Charito junto a varios pacientes con cáncer en la unidad de Radioterapia.
La
mayoría de los días Calle siempre está atenta a las necesidades de los
enfermos, incluso sacrifica feriados y fines de semana. Dice que tiene tres
hijas jóvenes, dos profesionales y una universitaria.
Pese
a que tiene un negocio familiar, donde atienden desde las 17:00 hasta pasada la
media noche todos los días, no se pierde las reuniones con los enfermos, ya sea
para organizar protestas por atención, dar seguimiento a los casos más
críticos, denunciar hechos de corrupción y hasta gestionar proyectos, como la
construcción de un oncológico equipado con acelerador lineal.
Esta
iniciativa le costó años de trabajo y protestas, junto a los enfermos con
cáncer, para que las autoridades gubernamentales tomen en cuenta la sugerencia y
se haga realidad el proyecto. Hace menos de un mes, la exministra de Salud,
Ariana Campero, anunció que desde julio o agosto de este año se empezará a edificar
en oncológico durante 20 meses.
“Es
una lucha de los pacientes y familiares, no de los médicos ni autoridades. Muchos
enfermos ya no están, pero han luchado por una atención digna y en 20 meses se
va hacer realidad”, dice la representante.
Una organización,
una familia
Calle
explica que más que una organización de enfermos y pacientes con cáncer, lidera
un grupo de amigos y amigas, que se convirtieron en una familia con los mis
objetivos y las mismas preocupaciones.
“Este
grupo es una familia, por eso nos duele cuando no hay atención o cuando alguien
muere porque no son simplemente personas, sino hermanas, hermanos”, dice.
Afirma
que hay al menos 18.000 enfermos con cáncer y que la mayoría de los
fallecimientos tienen “rostro de mujer”.
María
de 56 años, paciente con cáncer, destaca el trabajo humanitario y desinteresado
de Rosario Calle, e incluso asevera que ella cumple el rol que muchos de los
hijos o familiares de enfermos abandonaron.
“Nos
ayuda harto, doña Charito es como nuestro ángel. Nos avisa de las reuniones,
nos llama para saber cómo estamos, nos ayuda para tener rebajas en las
medicinas. Es muy buena”, dice.
Otro
grupo de enfermos, que espera por atención en Radioterapia, cuando la ven
llegar la abraza, la besa y le consulta cuáles son las novedades del día o
simplemente espera que les aconseje y les dé ánimo para seguir adelante.
Rosario
dice que conocer a los enfermos le hizo valorar la vida y amar al prójimo, por
eso pide a los hijos que no abandonen a sus padres durante el tratamiento de cáncer
porque puede durar años.
Reafirma
que seguirá en la lucha por este sector hasta ver que se concrete la nueva
unidad de radioterapia, y que los equipos sean modernos para garantizar un
tratamiento adecuado para cada enfermo.
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