Familias haitianas de paso por Bolivia. Foto: France 24
Entre enero y agosto de 2021, la Dirección General de Migración (Digemig) identificó 5.814 migrantes haitianos transitando por Bolivia de manera irregular, y en agosto y septiembre emitió 580 salidas obligatorias a personas haitianas.
La Paz, 21 de diciembre (ANF).- De acuerdo a estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), por semana entre 6 y 10 grupos de haitianos de entre 10 a 60 personas cruzan la frontera de Brasil hacia Bolivia.
Los principales puntos de ingreso a Bolivia por la frontera con Brasil son Puerto Quijarro, San Matías, Guayaramerín y Cobija; y los principales puntos de salida son Desaguadero, frontera con Perú, y Pisiga, frontera con Chile.
Entre enero y agosto de 2021, la Dirección General de Migración (Digemig) identificó 5.814 migrantes haitianos transitando por Bolivia de manera irregular, y en agosto y septiembre emitió 580 salidas obligatorias a personas haitianas.
El tránsito irregular expone a los migrantes a riesgos extremos,como la violencia, la explotación y el abuso, la extorsión y la muerte, señala la OIM.
La OIM “se encuentra monitoreando los flujos migratorios haitianos en coordinación con la Digemig para identificar dinámicas de movimiento y las principales necesidades de la población”.
La mayoría de los migrantes haitianos que ingresan al país son adultos de 30 a 45 años y grupos con niños, niñas y adolescentes. La mayor parte paga entre 300 a 500 dólares al traficante de migrantes en Brasil que los guía durante el viaje.
De acuerdo a lo datos, la población haitiana permanece en Bolivia por un periodo aproximado de siete días. La información de la ruta de viaje la recibe en su mayoría familiares y amigos.
Se estima que solo el 30 por ciento de los migrantes haitianos son identificados por autoridades migratorias y policiales en Bolivia, la mayoría logra evadir los puntos de control con traficantes o coyotes.
La mayoría de las personas puede cubrir los costos de alojamiento, sin embargo, grupos reducidos son observados pernoctando en espacios públicos o privados en condiciones de hacinamiento, señala la OIM.
Otro factor es que la población se encuentra expuesta a altas temperaturas y tiene limitado acceso al consumo de agua (casos de deshidratación leve y moderada) y servicios de higiene. Aunque la mayor parte de la población puede acceder a la alimentación, se identifican grupos en necesidad de asistencia alimentaria y nutricional.
El idioma –francés, creole- es considerado como la principal barrera para la comunicación, protección y asistencia de las personas haitianas.
En las últimas semanas, señala la OIM, la población haitiana utiliza rutas alternas para el tránsito por Bolivia, como Potosí, Sucre, entre otros.
A partir del terremoto de 2010 en Haití, más de 200.000 haitianos emigraron a Brasil, Chile y Argentina donde se establecieron. Los países facilitaron su regularización migratoria. Sin embargo, el empeoramiento de las condiciones socioeconómicas, el endurecimiento de la normativa y las dificultades para obtener documentos para regularizar su situación, el impacto de la pandemia del Covid-19 y la creciente xenofobia, entre otros factores, han impactado su bienestar y posibilidades de integración.
En ese contexto, los haitianos nuevamente migran en busca de oportunidades cruzando de manera irregular el corredor Andino y Centro América por la selva de Darién hasta llegar a México y finalmente a Estados Unidos.
De enero a octubre de 2021 alrededor de 62.000 migrantes haitianos y 10.000 descendientes de haitianos con nacionalidad brasilera o chilena cruzaron la selva de Darién, según datos de la OIM.
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