Especial mortalidad materna

Asesinato y suicidio son las causas ocultas de la mortalidad de la mujer

12 DIC
Foto: Salud180.com
12 de Diciembre, 2016

El Ministerio de Salud ha incluido en el Estudio de Mortalidad Materna de 2011 las causas externas por las que mueren las mujeres durante el embarazo, entre ellas, empiezan a aparecer el asesinato y el suicidio.


Nancy Vacaflor G.

La Paz, 12 de diciembre (ANF).- En este instante una mujer embarazada está muriendo a causa de una hemorragia, una hipertensión o una mala praxis de aborto. A esa realidad se suma otra, muchas mujeres también mueren asesinadas o por suicidios. En Bolivia, estas muertes son prevenibles.

El Estudio de Mortalidad Materna en Bolivia de 2011 ha incorporado en el levantamiento de información sobre muerte de las mujeres embarazadas, además de las razones directas, aquellas que son indirectas o “causas externas”, para un análisis integral de la problemática.


De acuerdo con el estudio, entre las “causas directas”, el 37% de las mujeres muere por hemorragias, el 12%, por hipertensión, y el 8%, por aborto. Pero las “causas externas” tienen un porcentaje el 23%: el 10% se suicida, el 8% sufre accidentes de tránsito, el 3% son asesinadas y el 2%, muere por otras causas.


Lucía Yujra (37) es uno de esos casos. Tenía cinco meses de embarazo cuando murió en 2012; no fue una razón para evitar su asesinato, murió con cinco puñaladas en el cuerpo  y una herida en el cuello. Dejó en la orfandad a cuatro niños. 

Un problema “que preocupa tremendamente” es que “el 23% está vinculado o a feminicidio o a suicidio”, dice Alberto Castro, del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).
 
La situación alentó al Observatorio de Mortalidad Materna del CIDES-UMSA a iniciar una investigación. El investigador de esa entidad, Marco Paz, cree que es importante analizar esta dimensión cualitativa de las muertes maternas, en referencia a la situación en Cochabamba y el norte de Potosí.


 
Julia (nombre convencional), con ocho meses de embarazo, se cayó de un segundo piso de una casa a medio construir, según el relato de su esposo, quien a los dos meses del fallecimiento de su esposa se casó con otra pareja. Nadie investigó el caso, cuenta el profesional.


El aborto un problema de salud pública
Adriana (nombre convencional) podría haber sido un número en las cifras de muerte materna. Lo piensa ahora después de 15 años. Tenía 18 cuando se embarazó y decidió interrumpir su gestación, un problema social que es la tercera causa de muerte de mujeres embarazadas.

Piensa que podía haber muerto en la fría camilla en la que le practicaron un legrado que le dañó el útero por cuya consecuencia no podrá embarazarse nunca más. “Ahora me doy cuenta que podría haber muerto en ese lugar como tantas otras mujeres”, reflexiona Adriana.

La organización IPAS realizó un “estudio indirecto”, porque hay cifras que no se registran; son aquellos “abortos incompletos” que llegan a los servicios de salud como “hemorragias”. Una práctica que afecta en particular a las mujeres pobres, dice Malena Morales, directora de IPAS Bolivia.



En Bolivia, el aborto es permitido en tres circunstancias: cuando el embarazo es producto de una violación, la vida de la madre está en riesgo y por incesto. No obstante, un sinfín de obstáculos se presenta al momento de ejercer este derecho. 

Los sitios donde se practican son clandestinos y en condiciones inseguras e insalubres, que causan la complicación de los partos, cuenta el director de Marie Stopes, Gerardo Callisaya.


Un rosario de cifras sobre la muerte de  mujeres embarazadas
En Cochabamba, la muerte por hemorragias es baja en relación a otras causas, llega al 20%; un 13% de mujeres muere a causa del aborto y un 15%, con cáncer; el 22% -del 30% de casos por causas externas- muere por suicidios y un 8%, asociado al VIH.

El 55% de las mujeres en La Paz mueren desangradas, y del 20% de mujeres que mueren por causas indirectas, 13% se suicida y 6% son asesinadas. En Potosí, el 46% muere por hemorragias, mientras que en las causas externas están accidentes de tránsito o suicidios.

En Oruro, el 46% muere por hemorragias, el 14% sufre cáncer y entre las causas externas muchas mueren en accidentes de tránsito. En Beni, es llamativo que la primera causa de muerte sea la tensión alta, 37%; el 14% por accidentes de tránsito y el 6%, por hemorragias.

En Chuquisaca, un 37% de las mujeres se desangran hasta la muerte, un 31% por accidentes de tránsito y un 19% por presión alta. Mientras que en Pando la mayor causa de muerte es hipertensión, en un 65%, y un 35% muere por otras causas que no están especificadas.

En Tarija, las infecciones se elevan a un 20%, hemorragias 31%, otras causas el 39% y el 10% de las mujeres mueren por cáncer. En Santa Cruz, la tensión alta y las causas externas son las razones por las que más mueren las embarazadas con un 27%, seguida de hemorragias con un 16%, el aborto alcanza un 14%.


Las muertes son prevenibles
En 2003 se registraron 229 muertes por cada cien mil nacidos vivos, mientras que en 2011, 160 mujeres fallecieron. La Campaña 28 de Septiembre celebra esta reducción en las cifras, pero cree que siguen siendo “inaceptables”.

Son muertes que pueden ser “prevenibles” y evitadas, sostiene la Campaña 28 de septiembre. Entre las causas por las que miles de mujeres mueren devela que éstas se producen por factores de pobreza, desigualdad y acceso a los servicios de salud. 

“Bolivia continúa en una tempestad de la mortalidad materna que nunca pasa (…), hacemos esfuerzos por protegernos de esa tempestad, del acecho a la muerte de la mujer”, comenta Edwin Subirana, médico obstetra del Hospital de la Mujer.

 

Las mujeres mueren a consecuencia de complicaciones durante el embarazo, parto y post parto, y durante este procedimiento se producen demoras en la atención oportuna, dice Marco Colque, del Comité de Mortalidad Materna, perinatal y neonatal en El Alto.

La primera se refiere al tiempo que la mujer embarazada o la familia tarda en decidir para acudir a un centro de salud; la segunda, el tiempo que demoran en el traslado de la mujer desde su hogar hasta el hospital, y la tercera, vinculada a las dificultades de atención oportuna en el centro de salud cuando se trata de una emergencia obstétrica.

Ésta es la ruta crítica que a diario las mujeres deben enfrentar, de por medio las condiciones materiales para la toma de decisiones, que implica el alto riesgo que tienen las complicaciones en un embarazo. Y seguro que en este instante otra mujer está muriendo.

/NVG/MVV/

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