Por FRANCISCO ROQUE BACARREZA, Corresponsal de ANF
Washington, 14 Abr. (ANF) - Perú, el proyectado socio estratégico de Bolivia y
el que le abre las puertas al Pacífico a través del puerto de Ilo, se ha
convertido bajo la administración de Ollanta Humala en un gobierno de sentido
pragmático que le perfila como un aliado “confiable” de Washington.
A partir del mes pasado sólo se escuchan voces de simpatía y expectativa hacia
el gobierno de Lima en los altos niveles de Washington después que fuese
firmado el Memorando de Cooperación entre Perú y Estados Unidos para un trabajo
conjunto de largo plazo.
El compromiso formal del pasado 19 de marzo establece el mutuo acuerdo para la
lucha común contra el narcotráfico, el terrorismo, la amenaza nuclear y la
asistencia humanitaria.
El pragmatismo de Humala, a diferencia de décadas pasadas en
algunas de las naciones del hemisferio que abrían sus puertas a Estados Unidos
y quedaban alineadas en el bloque anticomunista en época de la Guerra Fria,
muestra al gobierno de Lima como socio con otras fuentes del poder mundial.
Así lo demostró el reciente viaje de Humala a Pekín, con motivo de la cumbre
económica mundial organizada por China, visita en la cual el mandatario peruano
firmó varios acuerdos de cooperación comercial y económica y que coloca a Perú
como una nación independiente frente a los poderes internacionales.
El Memorando del 19 de marzo, según la versión oficial de
ambos gobiernos, establece acuerdos de cooperación para el intercambio de
material, tecnología, entrenamiento y asesoramiento.
Con este compromiso bilateral Perú tendrá acceso a fuentes tecnológicas de
punta que fortalezcan su pujante aparato productivo, en reciprocidad Lima podrá
ofrecer a Washington entrenamiento en el desminado de territorios con la
experiencia lograda en la frontera con Ecuador donde hace años fueron sembrados
explosivos para la defensa.
Para Washington el compromiso abre las puertas para el futuro empleo de Drones
(aviones no tripulados) para el control de las plantaciones ilegales y
clandestinas de coca en el trópico peruano, así como la vigilancia de los
yacimientos de uranio localizados en el conflicto eje Apurimac y Ene.
La cooperación norteamericana proyecta ampliar la fuerza de lucha peruana contra los grupos narcotraficantes y guerrilleros.
Perú, Bolivia y Colombia son las principales fuentes
ilegales de abastecimiento internacional de cocaína.
Por la fluidez que tiene Humala en los vínculos de Perú con las naciones del
llamado bloque bolivariano (Bolivia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua) el
gobernante se sitúa como un gobernante puenter en relación a los países
llamados moderados de la región como Brasil, Chile y Colombia.
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