La Paz, 15 Jul. (ANF).- El máximo ejecutivo de la Confederación de Panificadores de Bolivia, Daniel Lamas, informó este lunes que rechazaron la entrega del quintal de harina por parte de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) a 270 bolivianos, por lo que ingresaron en cuarto intermedio hasta el viernes de esta semana.
“Lo que hemos planteado, para mantener el precio de la unidad de pan de batalla en 0,40 centavos de boliviano, es que se nos pueda incrementar sobre la cantidad que ahora estamos sacando a nivel nacional de EMAPA, y esa cantidad el Gobierno en el transcurso de esta semana nos hará conocer si se puede en qué cantidad incrementarnos a nivel nacional y así nosotros poder mantener el precio a 40 centavos”, afirmó Lamas.
El ejecutivo de los panificadores reiteró que el pedido es solamente que se les incremente el cupo de harina con precio preferencial que hoy en día reciben de EMAPA, “porque el precio de 270 que nos ha ofrecido el Gobierno es con trigo de Estados Unidos, pero que ha sido rechazado por un Ampliado Nacional”.
“Hemos quedado en ese cuarto intermedio hasta el momento con el Gobierno, en este jueves o viernes nos harán conocer exactamente cuánto de harina más nos pueden incrementar sobre el monto que se viene recibiendo a nivel nacional”, señaló Lamas al puntualizar que el Gobierno ofreció venderles la harina con el menor precio del mercado hasta 30.000 quintales mensuales, pero con el precio de 270 bolivianos, el cual es rechazado.
Consultado sobre la prohibición del Gobierno argentino de continuar con la exportación de harina o trigo, el ejecutivo nacional de los panificadores manifestó que es un problema que no les causa preocupación, porque recordó que tienen un convenio firmado con el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural en diciembre del año pasado por el cual mantendrán el precio del pan de batalla a 0,40 centavos siempre y cuando reciban harina a precio subvencionado.
El dirigente señaló que el Gobierno estaba en disposición de moler trigo americano y que les daría a un precio subvencionado de 270 bolivianos, propuesta a la que llegaron el pasado viernes, cuando se reunieron con las autoridades del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
“El pasado jueves tuvimos un ampliado a nivel nacional, donde se analizó el precio del quintal de harina a 270 bolivianos que nos ha ofrecido el Gobierno para vendernos harina importada, lo que el Ampliado ha rechazado ese precio, porque no está al alcance de nuestra economía”, dijo Lamas.
En enero de este año, EMAPA entregaba la harina a 135 bolivianos, luego subió a 220 y ahora se comercializa a 330 y 340 el quintal, lo que podría elevar el precio del pan de batalla si el Gobierno incumple el Convenio del 28 de diciembre que suscribió con el sector panificador en su conjunto.
El dirigente también informó a ANF que la propuesta de la Confederación de Panificadores de Bolivia es que si aceptan a ese precio, entonces deberían aumentarles la cantidad de quintales de harina con que los provisionan cada mes y que ronda los 30.000 quintales.
“La propuesta nuestra es que nos aumenten la harina subvencionada en una cantidad que más o menos pueda abastecer a toda la población de Bolivia”, aseguró el representante de los panificadores.
El dirigente nacional informó, además, que esa es la propuesta que al momento viene estudiando el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, para darles a conocer en qué cantidad más de quintales de harina a precio preferencial podría incrementarles.
GOBIERNO NO IMPORTA: Por su parte, la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Teresa Morales, manifestó que el Gobierno no está importando harina y que este aspecto está a cargo de los gremiales.
“Diferentes cantidades de los gremiales, nosotros –como Gobierno– no estamos trayendo, si no los gremiales con arancel cero”, declaró brevemente la titular de Desarrollo Productivo.
No obstante, aseguró que está en marcha la importación de harina y que se hallan trabajando con los panificadores para que el abastecimiento sea regular.
Consultada sobre la fecha en que llegaría la harina importada, aseguró que la misma “ya está en camino o sea que deberíamos tenerla en dos o tres semanas”.
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