Los jóvenes hombres y mujeres comprometidos con la visión ignaciana. Foto: ANF
El padre Arturo Sosa, SJ cumplió su segunda jornada en Bolivia con un encuentro con la juventud ignaciana, a la que dijo que es una falacia que un cristiano no puede ser político, instó a participar de la función pública.
Santa Cruz, 15 de julio (ANF).- El padre Arturo Sosa SJ,
Superior General de la Compañía de Jesús, durante el encuentro del Movimiento
Juvenil Ignaciano alentó a la juventud a
ejercer plenamente su ciudadanía y a participar en la vida política, como una
forma de servicio a la sociedad.
“El tema de la participación política les digo de todo
corazón, es una de las dimensiones de la vida cristiana. Uno lee a veces que
las generaciones más jóvenes están como vacunadas contra la política. En los
años 60 era exactamente lo contrario, estábamos muy motivados, no concebíamos
el futuro de la vida sin vincularlo a lo que podía pasar en el país”, dijo.
Mostró su preocupación por el creciente “déficit” en cuanto
al ejercicio de ciudadanía y participación política de la juventud en los
diferentes escenarios de América Latina y el mundo.
En su segunda jornada en Bolivia, Santa Cruz, Sosa se dirigió
a casi 70 jóvenes ignacianos entre hombres y mujeres provenientes de diferentes
departamentos del país, que este domingo
participaron del encuentro que se realizó en la iglesia la Merced.
En su exposición alentó a que tengan una mayor participación
política, porque no se puede entender el cristianismo alejado de la vida
política y de la participación ciudadana, debido a que se construye y se
trabaja en relación a las demandas sociales en conjunto y no de forma aislada, porque
el último objetivo es lograr un mundo más justo y humano.
“Yo creo que sí es verdad que hoy los jóvenes están menos
motivados al tema político, (pero) están llamados a contribuir, a rescatar esa
dimensión política de la vida de todos nosotros, dimensión política en el
sentido de la ciudadanía, hacernos ciudadanos, un ciudadano que perciba, que
esté formado, que esté motivado a hacer algo, tengo que decirlo, alguien tiene
que ser político, alguien tiene que asumir su vida como servicio público”,
agregó.
El Padre Superior inició su visita a Bolivia este sábado 14,
tiene previsto una serie de actividades orientadas a reflexionar temas
vinculados a la comunicación, el rol de la juventud ignaciana, la Amazonía,
educación entre otros temas.
“En este mundo de hoy en América Latina hace falta gente que
dedique su vida como servidor público, desde la labor política que no es
sencilla. Entonces yo los animaría a desarrollar sistemáticamente el sentido de
ciudadanía, en ustedes, en las personas con las que se relacionan, y ubicarse
en la política como ciudadanos conscientes, para proponer un mundo mejor en
Bolivia, Venezuela y otros”, expresó.
“Así como rezo todos los días por las vocaciones en la
Compañía y también rezo todos los días por vocaciones a la política (…) yo los invito, ya que esa dimensión es
tan importante como el desarrollo de la vida cristiana”, añadió el jesuita.
“La dimensión ciudadana es una dimensión que forma parte del
ser humano cristiano, cualquier cristiano
que se mantiene al margen de la vida política, está entiendo el
cristianismo muy a modo suyo”, sostuvo, al precisar que el interés colectivo está
por encima del interés particular.
Calificó como una “falacia” y un mito el creer y sostener
que una persona por ser cristiana va
permanecer al margen de la política y del ejercicio de ciudadanía.
Además del tema político, los jóvenes conversaron con Sosa
respecto a temas relacionados con las diversidades sexuales, la discriminación,
el perfil del jesuita, la vocación, el trabajo de los jóvenes al interior de la
Compañía de Jesús, entre temas que permitieron fortalecer sus convicciones
sobre la visión ignaciana.
ANF conversó con los misioneros quienes afirmaron que en
esta coyuntura marcada por la violencia y la pérdida de valores, el ejercicio
del cristianismo, para muchos de ellos se constituye en un “refugio y una guía”
para sus vidas; además de ejercitar su compromiso por ayudar al prójimo desde
sus espacios de vida cristiana.
Los jóvenes recibieron al General de los jesuitas con
alegría y baile. Con expresiones culturales y artísticas para mostrar el país
en su diversidad.
/MAMP/NVG/