Director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, en conferencia de prensa. Foto: ANF.
La ANF publicó el lunes un reportaje sobre Muralla, un espacio dentro del penal de San Pedro donde se someten los privados de libertad a castigos de la Edad Media
La Paz, 27 de abril (ANF). - El director del Régimen
Penitenciario, Juan Carlos Limpias, admitió este miércoles que en el penal de
San Pedro hay dos espacios para la “reflexión” de reos indisciplinados y los
que cometen faltas, y uno de estos es Muralla, donde, según investigación de la
ANF, se cuenta que hay torturas similares a la Edad Media y condiciones
inhumanas de habitabilidad.
“Cuando un privado de libertad comete una falta, golpea,
extorsiona a algunos de sus compañeros, sobre todo en eso o falta el respeto
los días de visita, tenemos un mundo adentro, se establecen sanciones por
faltas leves, graves y muy graves, eso dice la ley. El director del centro, en
las facultades que tiene, realiza la sanciones, y la sanción no la cumple en su
celda, la sanción la cumple en un espacio de contención, como lo establece la
ley”, afirmó Limpias, en conferencia de prensa.
Limpias dijo que en el penal de San Pedro de La Paz existen
dos espacios de contención para reos, una es Muralla y la segunda, Grulla. A
estos lugares ingresan los considerados presos de alto riesgo. Dijo que la
administración del recinto carcelario controla que no se vulneren derechos
humanos de quienes permanecen por algún tiempo en estos sectores.
“Entonces, estamos trabajando justamente en esto, para que
las personas que vayan a ser aisladas o separadas, o vayan a entrar en etapa de
reflexión, como nosotros lo llamamos, incluso, los mismos privados de libertad
que están siendo removidos a centros de máxima seguridad no tengan ningún tipo
de vulneración”, sostuvo Limpias hoy, pese a que en noviembre de 2021 señaló
que determinó cerrar estos lugares de forma inmediata.
La ANF publicó el lunes un reportaje que da cuenta de la
existencia de Muralla y, en relato de uno de los reos, se describe un pasaje
que agrupa a 13 celdas, cada una de 2 por 2,5 metros.
El testimonio recogido describe los espacios reducidos,
inmundos, húmedos y fríos que son usados para encerrar a los privados de
libertad con problemas de violencia, con faltas disciplinarias, alcoholismo,
drogadicción, a quienes protestan por los abusos que cometen los delegados y
disciplinas (internos encargados de la seguridad), y a quienes, al interior de
la cárcel, les “siembran” delitos con fines extorsivos o por represalias.
“Por las noches se escucha cómo corre el agua por los tubos,
es feo, crecen hongos y salen babosas y cucarachas del lugar, nadie puede salir
de esa celda hasta cumplir el castigo”, relató el recluso que estuvo encerrado
en la celda 13 de Muralla.
El lugar es inhóspito, hay hacinamiento, algunos internos
duermen sobre cartones y frazadas y otros deben compartir los pocos colchones
que hay a disposición; además, el consumo de droga es recurrente en este
espacio de “contención”.
“Este tipo de castigo de la Edad Media sólo muestra que no
hemos evolucionado sobre el trato a la persona privada de libertad; hay
demasiado hacinamiento y menos condiciones psicológicas o de reinserción a la
sociedad”, afirmó la presidenta del Colegio de Psicólogos de La Paz, Verónica
Alfaro, en el reportaje de la esta agencia de noticias.
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