Este 6 de Agosto se conmemoran los 192 años de la Independencia de Bolivia. Foto: Archivo
El momento fundacional de Bolivia hace 192 años marcó el hito entre el antiguo periodo colonial y el nacimiento del Estado, bajo el régimen de República, periodo que pretende ser sepultado por un nuevo tipo de Estado llamado “Plurinacional”.
Nancy Vacaflor G.
La Paz, 6 de agosto (ANF).- Bolivia
nació a la vida independiente el 6 de agosto de 1825, cuando además se fundó la
República, relegada en su concepto por el Estado Plurinacional Social Comunitario
vigente desde la promulgación de la Constitución Política del Estado en 2009.
El momento fundacional de Bolivia
hace 192 años marcó el hito entre el antiguo periodo colonial y el nacimiento
del Estado, bajo el régimen de República, periodo que pretende ser sepultado
por un nuevo tipo de Estado llamado “Plurinacional”.
Hay quienes celebran esta fecha,
porque políticamente la República sigue vigente a pesar de sus luces y sombras;
otros, críticos, plantean que el 6 de agosto representa la “revolución traicionada”;
mientras que otros, se muestran más bien románticos y hasta nostálgicos.
El presidente del Senado, José
Alberto Gonzales, se define como un romántico porque el 6 de agosto le evoca el
amor a la Patria, la tierra “es el cumpleaños de tu madre, de tu casa aquella
que te ha visto nacer. La Patria es el amor por tu país, por tu gente”, comenta
a ANF.
Los cuestionamientos al periodo de la
República se institucionalizaron cuando el Movimiento al Socialismo (MAS) llegó
al poder. La Asamblea Constituyente abrió el debate sobre la visión de país e
incorporó la construcción de un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional
y Comunitario. Un hecho considerado como “refundacional”.
La senadora Adriana Salvatierra
(MAS), en cambio, tiene una visión crítica, postula que el 6 de agosto
representa una “revolución traicionada”, porque antes de la independencia -por
ejemplo- Ignacio Warnes ya planteó la construcción de Patria y no solo una liberación
de la colonia española.
“La República para nosotros es la
consumación de la traición a una revolución, porque se creó una República
excluyente, una República donde no participaron los grandes próceres que
contribuyeron a la liberación del país”, sostiene la legisladora.
Citando a Rafael Puente, Salvatierra
dice que es el “escamotaje”, porque las clases dominantes de la época lograron
acomodarse para mantener sus intereses “traicionando todas las revoluciones”
que habían combatido en la construcción de una patria más allá de la
independencia de Bolivia.
Pero el diputado Wilson Santamaría
(UD) cree que la resignificación del MAS sobre esta fecha es impulsada por el
Gobierno solo como una “estrategia ideológica en estos últimos 10 años”, pero
que en la práctica la República está más vigente que nunca.
“Nadie puede desconocer que la
independencia se firmó el 6 de agosto. El Gobierno pretende con el 22 de enero
mostrar una fecha refundacional”, afirma; aunque cree que la única diferencia
entre uno y otro periodo es la inclusión de mujeres e indígenas en el sistema
político.
A Gonzales le parece una “discusión
falsa” y “ociosa” la polémica sobre el significado de qué fecha es más
importante, porque cada momento o etapa histórica están relacionadas; entender
la “refundación” el 22 de enero no sería posible sin entender la Revolución del
52 o la Guerra del Pacífico, explica.
Asimismo, sostiene que es inevitable
“renegar” de ese periodo (republicano) que tuvo mucho de traiciones e intrigas
en el poder, pero además los gobiernos quedaron al descubierto sobre sus
políticas entreguistas de las empresas estatales, en la época de los 80 y 90, y
más aún cuando saquearon los recursos naturales. Es pues un “desastre”, dice.
“El 22 de enero tiene sus particularidades,
el hecho de avanzar en una nueva forma de país y Estado, del reconocimiento de
otros sujetos políticos cuando se manejan nuevos paradigmas, también es una
fecha significativa”, afirma Gonzales.
Una coincidencia y varias diferencias
Opositores y oficialistas comparten
que la “inclusión” de nuevos sujetos a las estructuras de poder político ha
sido un proceso positivo que este Gobierno ha consolidado. Mujeres, indígenas,
originarios que han cobrado protagonismo en el ejercicio de derechos, cosa que
en el pasado todavía era vedado.
“Lo que yo reconozco es la inclusión,
es el paso gigantesco con los sectores que han estado invisibilizados en esta
Patria y que no tuvieron la oportunidad de tener una representación en el
extinto Congreso Nacional”, refiriéndose, por ejemplo, a mujeres e
indígenas, comenta el diputado Santamaría.
Pero son más las diferencias que
distancian al partido de gobierno y a la oposición en la visión de país. Para
Unidad Demócrata (UD) la República representa el respeto a los derechos, la
democracia y la libertad.
Derechos que no están en cuestión y
son plenamente garantizados, responde Salvatierra. Indica que el Estado
Plurinacional dio pasos gigantescos por construir soberanía e independencia
respecto a otro tipo de “imperios” como el de Estados Unidos; o consolida un
tipo de economía comunitaria que permite la redistribución de los recursos
económicos.
Una visión externa a los políticos la
plantea la abogada y activista en derechos humanos, Mónica Bayá: “es evidente
que hubo cambios significativos en nuestro país a partir de la Constitución y
de un Estado Plurinacional y este 6 de agosto nos plantea lo que fue el pasado
y nos pone en evidencia los últimos 10 años”, comenta.
Destaca la inclusión de las mujeres y la apertura gubernamental
para abrir espacios en las entidades públicas y en la toma de decisiones en
espacios de poder políticos, este sería uno de los mayores avances.Sin embargo,
todavía existen desafíos “muy grandes sobre el cumplimiento de la Constitución
respecto a la vigencia de derechos humanos pero también sobre la
institucionalidad que todavía presenta debilidades”, manifiesta Bayá.
/NVG