28 de Febrero, 2025

Más de una década y Tariquía sigue resistiendo a las gigantes petroleras

La amenaza contra Tariquía data de hace unos 14 años. Los comunarios están en permanente movilización en defensa de la reserva natural, incluso a costa de ser criminalizados por sus medidas de protesta en el territorio.
Por Micaela Villa Laura

Hace una década que Vidal Jiménez está en pie de lucha en defensa de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquia, ubicada en Tarija, Bolivia. Los tariqueños temen que la ejecución de proyectos de exploración de hidrocarburos de la gigante brasileña Petrobras en coordinación con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) deje graves consecuencias en el territorio. 

“Esta no fue ni la primera ni la última movilización de los comunarios”, sentenció Jiménez, ejecutivo de la subcentral de la Provincia O’ Connor. Con voz pausada, pero firme, asegura que su pelea continuará “hasta el final de mis días”. Argumenta que la Constitución Política del Estado (CPE) protege sus derechos y de todos los que están defendiendo la reserva.

“Nosotros defendemos y luchamos para que la naturaleza se conserve, hemos visto en muchos lugares y a mucha gente reclamar que existe contaminación constante a sus quebradas y ríos por los trabajos hidrocarburíferos. Quiero pedir a nuestro Gobierno nacional y nuestras autoridades públicas y políticas y a todo el pueblo en general que nos ayuden, que respeten nuestra palabra y decisión como comunidades indígenas campesinas”, exigió el comunario.

La amenaza contra Tariquia data de hace unos 14 años denunciaron a la Agencia de Noticias Fides (ANF) ingenieros geólogos, comunarios y defensores ambientalistas, quienes sostienen sus observaciones con base en datos y hechos.

Foto archivo del Cedib

Se plantearon dos problemas principales. El primero es el cuestionamiento al plan de manejo aprobado sin consenso con las comunidades; y el segundo, es el temor de los comunarios al daño ambiental y social que puede causar la incursión de las empresas petroleras. 

Los comunarios están en permanente movilización cada vez que la amenaza se activa. Muchas veces venciendo el temor a la criminalización y a la judicialización. El año pasado casi 30 personas del cantón de Chiquiacá fueron denunciadas por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Recientemente la Fiscalía de Tarija rechazó la denuncia penal.

Plan de manejo aprobado sin consenso

Un problema que enfrenta Tariquía es su actual Plan de Manejo que, según el Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), no fue consensuado, amenaza la reserva y fue realizado en tiempo récord. 

Para entrar en contexto, Tariquía contaba con un primer Plan de Manejo aprobado por Resolución Ministerial 003/2001 y que fue emitido por el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación. El mismo concluyó el 2004. Desde ese momento, han existido varios intentos fallidos de actualizarlo, hasta que llegó el 2014.

El 11 de julio de ese año se lanzó la convocatoria para elaborar el plan, el 18 de agosto se firmó el contrato con la consultoría que iba a elaborarlo, el 15 de diciembre se entregó el plan, y un día después, es decir, el 16, se emitió el informe técnico DP Nº 474/2014 que aprobó en primera instancia el documento del plan, porque “cumplía con los requisitos establecidos”.

Finalmente, el 30 de diciembre se emitió el informe jurídico y se puso en vigencia la Resolución Administrativa DE 159/2014 del Sernap, aprobando el Plan de Manejo de Tariquía. Sus componentes de trabajo son: diagnostico, marco estratégico, zonificación, marco programático y plan financiero.

“Se aprobó un plan de manejo para Tariquía a espaldas de las comunidades, el año 2014. Un proceso que lo ha llevado adelante el Sernap en tiempo récord, han aprobado los informes respectivos y en menos de un día se ha emitido la resolución administrativa (…) que aprobaba el nuevo plan de manejo en cinco componentes y uno de los componentes principales era la zonificación; es decir, que se iba a cambiar las condiciones internas de Tariquía en términos de sus niveles de protección”, informó a la ANF Jorge Campanini, investigador del Cedib.

El problema actual que se presenta es el trabajo de aprovechamiento de recursos naturales (color naranja), pues la nueva zonificación redujo las fronteras de protección de cuencas al 33% (color verde claro) e incrementó la zona de aprovechamiento de recursos naturales en un 45%. “Esta expansión toco el ala oeste de una nueva zona de uso moderado convirtiéndola en vulnerable”, dijo el investigador. (Ver cuadro).

La reserva está dividida en tres bloques para su exploración: Bloque Churumas (CHU), Bloque San Telmo (DMO) y Bloque Astilleros (AST). 

Zonificación del Plan de Manejo aprobado en 2004. Fuente Cedib
Zonificación del Plan de Manejo aprobado en 2014. Fuente Cedib

En riesgo las fuentes de agua

Según el geólogo Daniel Centeno, en caso de ejecutar este plan de exploración hidrocarburífera se pone en riesgo las fuentes naturales del agua dulce que posee Tariquía y que alimenta a las comunidades y a la ciudad de Tarija. La reserva posee ecosistemas ricos en agua, en vegetación, en flora y en fauna. 

El profesional explicó que los árboles de la reserva son tan importantes y necesario conservarlos porque absorben agua y después lo transpiran. Es un ciclo permanentemente que crea microclimas. 

Las nubes calientes que se forman se encuentran con las nubes frías que llegan del Altiplano y proporciona -a través del Cañón de la Ventolera- humedad y aire frío. 

Por las mañanas, ese oxígeno es transportado a la serranía de Sama y baña a las otras serranías, y por las tardes, ese aire frío se congela y se vuelve hielo. Al otro día, ese hielo se derrite por el sol y sigue su curso por el río para alimentar a las comunidades. 

“Lo que pasa en el pozo Domo Oso-X3 (DMO-X3) no es lo que se dice, nunca se ha dicho la verdad, ese es el problema.  Saben que las instituciones se manejan no por gente entendida en el tema, sino por gente que incursiona en el campo político, son profesionales que tienen todo el derecho cierto, pero, por favor que no nos mientan”, enfatizó el geólogo.

Tariquía y Chiquiacá son valles tarijeños desarrollados en dos amplios sinclinales (pliegue en la roca en forma de cuenca y en el que las capas de roca son convexas hacia abajo) en los cuales la naturaleza creó las condiciones físicas ideales para el desarrollo de la vida animal y vegetal con una intensa red de quebradas, riachuelos y ríos que bañan toda la reserva y en los que habitan peces de diferentes especies.

También poseen un suelo rico en nutrientes, cuyo espesor es protegido por la frondosidad de los árboles. “En el subsuelo se encuentran estratos sedimentarios del Terciario y Cuaternario, altamente porosos y permeables que permiten la acumulación de grandes volúmenes de agua dulce”, dijo Centeno.

Si se corta este ciclo hidrológico a través de la deforestación por la actividad petrolera u otras se romperá el equilibrio físico, no habrá agua y no habrá aire rico en oxígeno.

De acuerdo con datos del Sernap -página web- la reserva alberga 609 especies de plantas, 135 familias y 382 géneros. También existen al menos  62 especies de mamíferos, 242 tipos de aves, 19 de reptiles, 28 de anfibios y 64 variedades de peces.

Sobre las actividades turísticas, el Sernap rescata el Bosque Boliviano Tucumano, sus caudalosos ríos y comunidades pequeñas.  A lo largo del Río Tarija también predomina la vegetación arbórea que sobrepasan los 30 metros. 

Rosa Churumas. Foto: Sernap

Poso Cajón. Foto: Sernap

Campanini, investigado del Cedib, dijo que este trabajo de YPFB con Petrobras tendrá como consecuencia la deforestación de Tariquía porque para explorar se derribará árboles, también se abrirá caminos, habrá derrames hidrocarburíferos y gran cantidad de desechos que contaminará la tierra y sus ríos.

Un ejemplo claro es lo que pasó con el parque Aguaragüe que fue declarado área protegida y creado el 20 de abril de 2000, pero su protección solo se quedó en nombre, ya que se demostró contaminación de suelo y agua en Sanandita y Los Monos. En este lugar se realiza actividad hidrocarburífera hace más de 100 años y ya tiene más de 50 pozos perforados.

“Siempre se deja un daño ambiental considerable, directo e indirecto. Directo porque ellos pueden hacerse cargo hasta cierto punto y que lo señalan en los instrumentos ambientales e indirecto porque no lo contemplan, uno de esos indirectos es justamente el incremento de tasas de deforestación por la habilitación de los pozos”, consideró Campanini.

Este medio solicitó una entrevista con la empresa Petrobras de Brasil para tener su posición. Para ello se mandó una carta vía correo electrónico, cuando el año pasado se empezó a trabajar la nota. Al final direccionaron a su página web.

“El Área Exploratoria San Telmo Norte, ubicada en el departamento de Tarija, se encuentra en estado de ‘Fuerza Mayor’ desde junio de 2019, a causa de conflictos socioambientales que imposibilitaron la ejecución del pozo exploratorio pionero. Hemos realizado los estudios técnicos necesarios para localizar al pozo pionero afuera de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía, buscando atender de esa manera el principal argumento de las organizaciones sociales que se opusieron al proyecto. En mayo de 2023, Petrobras Bolivia y YPFB acordaron retomar las gestiones para obtener la licencia ambiental para la perforación del pozo, que se denomina Domo Oso – X3 (DMO-X3)”, es el textual del Informe Corporativo 2023-2024 publicado en su web.

Petrobras afirmó también que, en coordinación con YPFB, realizó la socialización del proyecto en la zona de influencia y que comprende 10 comunidades en el cantón Chiquiacá, “explicando las características del proyecto, así como la capacidad técnica y experiencia de Petrobras Bolivia para implementarlo de manera segura y preservando el medio ambiente”.

En lucha desde el 2018

Fue en la gestión del expresidente que Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS), que se promulgó dos leyes para la exploración y explotación de los campos San Telmo y Astillero, ubicados en Tariquía. La inversión era de $us 700 millones.

El expresidente pidió en esa oportunidad a las comunidades y dirigentes a no poner trabas para “empezar a la brevedad posible” con los trabajos de exploración y “que la economía del país siga creciendo”; es más, aseguró que –según sus estudios- San Telmo tiene 1.08 trillones de pies cúbicos (TCF) y Astillero como un trillón.

El también exministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, afirmó que las dos áreas se sobreponen a la reserva de Tariquía, pero que la afectación sería mínima, del 0,014 % de un 100% que representa la reserva, “es decir casi nada”, afirmó esa vez.

Debido a que los dos campos se encuentran en las provincias O´connor, Arce y Gran Chaco y debido a que no hubo una consulta previa, los comunarios y medioambientalistas protestaron y expresaron su desacuerdo.

Es así, que el 24 de abril de 2018; es decir, 21 días después de la determinación del Gobierno, pobladores de la reserva iniciaron movilizaciones con el objetivo de expresar su rechazo a esas exploraciones petroleras.

Los pobladores denunciaron además al Sernap porque no cumplía su rol sobre la conservación dentro de la reserva de Tariquía para evitar acciones que puedan tener un impacto ambiental que afecte a la zona.

Como acto de protesta, el 14 de agosto de 2019, los comunarios y líderes campesinos partieron desde la población de Chiquiacá hasta la plaza Luis de Fuente, de la ciudad de Tarija, para hacer escuchar su voz. Esa vez, marcharon comunarios de Chajllas, Pampa Redonda, Loma Alta, Chiquiacá Sud y Chiquiacá Centro, informaron medios locales.

“Ellos hicieron una de las marchas más importantes desde Tariquía hasta Tarija, reclamaron y denunciaron justamente de que no se ha considerado la posición de las comunidades y que el Estado estaría avasallando a las organizaciones de Tariquía, tratando de imponer proyectos petroleros dentro de la reserva, proyectos que compromete con la brasileña Petrobras”, prosiguió Campanini.

Esta marcha duró seis días, los marchistas recorrieron cerca de 136 kilómetros, familias enteras, líderes, hombres y mujeres se movilizaron.

Esta manifestación logró expulsar a la transnacional Petrobras, esa medida duró apenas unos dos años, pues en 2021 los proyectos en Tariquía fueron reactivados. Denunciaron que la estrategia de retorno fue más violenta.

“Utilizan grupos de choque e ingresan por las zonas más alejadas y más aisladas de Tariquía para iniciar los trabajos del pozo Astillero X1 (en el bloque Astillero) y utilizan a personas cercanas e incluso que no pertenecen a la reserva para someter a quienes viven dentro; es decir, la empresa Chaco que ahora está a cargo y se favorece”, describe el investigador Campanini. 

El área protegida y los bloques para el trabajo hidrocarburífero. Fuente: Cedib

Chiquiacá y el pozo Domo Oso-X3

Chiquiacá es una población ubicada en la parte norte de la reserva. Hace poco más de 14 años, su población está en contra de cualquier actividad hidrocarburífera porque contaminará sus tierras, sostienen sus dirigentes.

Es ahí donde YPFB y Petrobras planean perforar el pozo Domo-Oso X3. Según una nota de prensa de YPFB, el mismo tiene una proyección de 2,8 trillones de pies cúbicos y el pozo está fuera de la reserva de Tariquía.

Este medio solicitó una entrevista con esta entidad estatal para tener una contraparte, pero el departamento de Comunicación pidió que se consulten anteriores notas de prensa que publicaron en su página web.

“La ubicación preliminar del pozo está a 1,2 km fuera de la reserva y se definirá de forma precisa tras que se tenga la ingeniería básica de la construcción de camino y planchada. Ante ello, el ingreso por parte de personal para el relevamiento de datos de campo es fundamental. Este proyecto traerá beneficios económicos para el lugar, la región y el país en equilibrio del cuidado del medioambiente. Hay que dejar en claro que la perforación del pozo exploratorio DMO-X3 está fuera de los límites de la reserva de flora y fauna de Tariquía”, precisó Armin Dorgathen, presidente de la estatal petrolera en mayo del 2023.

Barbarita Mesa, miembro de la subcentral Pampa Redonda, aseguró que los bloqueos, las marchas, las vigilias y sus pronunciamientos son sus armas de lucha, que su vigilia es constante y que es difícil vivir con la desconfianza de que un día los gigantes entren a sus tierras.

“Nosotros seguimos en la lucha contra la petrolera y YPFB, que siguen insistiendo en entrar desde 2018, es una lucha bien larga. Si ellos intentan ingresar, nuevamente vamos a tomar o hacer un punto de bloqueo para que nos escuchen”, dijo el año pasado.

“La gente hace turnos, la última vez hemos estado más de ocho días en guardia y vigilia, pero hay amenazas de que vuelven, nosotros vamos a defender sea como sea, porque queremos ver nuestra agua y tierra libre de contaminación, queremos tener nuestro aire puro”, señaló además Jiménez.

En caso de que se perfore el DMO-X3 se afectaría a sus comunidades como ser Chiquiacá Norte, Chiquiacá Centro, Chiquiacá Sur, Pampa Redonda, Loma Alta. Además, fluye un rio del mismo nombre, Chiquiacá.

Mirador San José. Foto: Sernap

Frente a la judicialización de la protesta la resistencia continúa 

En octubre del pasado año, YPFB presentó una denuncia contra dirigentes y pobladores del cantón de Chiquiacá de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía, que se opusieron al ingreso de la estatal petrolera y la empresa Petrobras para realizar las tareas de exploración en el pozo Domo Oso X3. 

La Fiscalía de Entre Ríos, en enero de este año, rechazó la denuncia penal que YPFB presentó contra 28 comunarios del cantón de Chiquiacá, de la reserva de Tariquia, porque no se encontraron pruebas que incriminen a los denunciados de obstaculizar el trabajo de la empresa estatal.  

“Dispone el rechazo de la denuncia interpuesta de Marcos Carlos Navarro Morales en su condición de Asesora Legal de Y.P.F.B. en contra de Rodrigo Altamirano Garay, Ángel Barca Herrera, Andrés Miranda, Nelly Coca, Juan Mendoza, Crispín Mendoza, Ceferino Mendoza, Alberto Cruz, Eusebia Cruz Condori, Juana Mercado, Ángel Condori Guerrero, Elvio Mercado Girón, Barbarita Meza Valdez, Benedicta Murillo Jiménez, Carlos Bersain Guerrero Rivera, Soraya Farfán Meza, Albino Mercado, Omar Gurrian Romero, Nelly Vilte Vega, Elizabeth Estrada Choque, Fanor Hoyos Choque, Daniel Farfán Tejerina, Nelson Méndez León, Eladio Guerrero, Eliseo Mendoza, Paola Gareca, Félix Choque Vega, Mery Vilte Coca por el ilícito de impedir o estorbar el ejercicio de funciones y/o atentados contra la libertad de trabajo”, señala la resolución conclusiva a la que accedió la ANF. 

Los defensores de Tariquía y comunarios de Chiquiacá están convencidos que seguirán resistiendo pese a los intentos de criminalización de la protesta. Su defensa continuará por la naturaleza, el medioambiente y el territorio.

Laguna San Nicolás. Foto: Sernap

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