La empresa estatal firmó contratos con efectivos de la policía, miembros del Ejército, pagó a una empresa de seguridad privada, además de contar con la vigilancia de un grupo de trabajadores mineros. Hizo una inversión promedio por año de 6,3 millones de bolivianos, sin resultados.
Para el expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Héctor Córdova, que pese a mayores efectivos de seguridad continúe el juqueo y vaya en aumento, refleja que existen grados de complicidad entre trabajadores, custodios y ladrones de mineral.
“Es verdad que hay todo ese tipo de seguridad, de protección en la mina Huanuni, y a pesar de eso sigue el robo y en mayor envergadura que antes, para mí eso ya muestra complicidad, porque es muy extraño que habiendo guardias, protección, esos guardias no estén en aquellos lugares donde está pasando el mineral robado”, manifestó.
Para Córdova, se requiere de una buena organización, ya que hablar de seguridad “no es solo aumentar el número de efectivos, sino sobre todo la estrategia para combatir este flagelo” del juqueo.
Por la complicidad de efectivos de la Policía en el robo de mineral, el entonces gerente de Huanuni Guillermo Dalence, en agosto de 2018 decidió no renovar el contrato y apostó, junto al Ministerio de Minería, por el Ejército, para mediante un plan integral de seguridad reducir el juqueo. Unos meses después los militares abandonaron Huanuni al no contar la empresa con el presupuesto y al aumentar el juqueo.
La empresa recurrió nuevamente a la Policía para aplicar el mismo plan integral planeado con el Ejército, pero tampoco fue concretado y lo efectivos abandonaron la empresa el 1 de enero de este año. El gerente de Huanuni, Mario Felipez, dijo que con la policía igual el juqueo continuaba con fuerza.
En la minera solo quedó la empresa de seguridad privada contratada desde noviembre de 2018, pero a inicios de febrero de este año también dejó Huanuni y ésta se quedó sin resguardo por una semana y a libertad total de los jucus.
El ministro de Minería, César Navarro, anunció el jueves la implementación de un plan integral de seguridad Policial-Militar para Huanuni, en coordinación con el Ministerio Público y el Tribunal Supremo de Justicia.
El plan, así como se planificó con el Ejército y luego con la Policía, contaría con el equipamiento de tecnología de punta como drones, sistema de vigilancia de cámaras para interior y exterior mina, compra de vehículos livianos, etc., para en cuatro meses tener resultados concretos en la lucha contra el juqueo.
Navarro sumó que convocaría a las comercializadoras para advertirles que no compren estaño robado para no incentivar a los ladrones de mineral.
Para esta gestión, la Empresa Minera Huanuni destinó 6.000.000 millones de bolivianos en seguridad, según el presupuesto de la estatal, monto que sería insuficiente para implementar el plan anunciado, ya que en las anteriores propuestas, el recursos requerido era de 2,3 millones de dólares (16 millones de bolivianos).
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