Las lluvias fuertes provovan riadas en Bolivia. Foto: El Diario
La Paz, 8 de diciembre (ANF).- Después de la intensa sequía que se vive en varias regiones del territorio nacional, producto del fenómeno de “El Niño” que provocó la escasez de agua potable, el investigador del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y experto en glaciares, Edson Ramírez, dijo que hay una probabilidad del 55% de que llegué al país “La Niña” a mediados del 2017, con precipitaciones fuertes e inundaciones.
“Acabamos de salir de un evento deficitario y lo que estamos empezando a ver ahora son precipitaciones normales, aún no se sabe, pero hay una probabilidad del 55% de que se va a producir el fenómeno de ‘La Niña’ en el país y más adelante las lluvias serán fuertes y eso favorecerá en el llenado de las represas, pero por otro lado provocarán inundaciones, deslaves sobre todo el sector del Altiplano”, señaló.
Según el experto, la amenaza que representa “La Niña” para el territorio nacional es considerable, si se tiene en cuenta la erosión y actual resequedad de los suelos por efecto de “El Niño” en diferentes departamentos de Bolivia, lo que provocaría fuertes inundaciones y deslaves.
“El fenómeno de ‘El Niño’ ha provocado un desequilibrio importante y hay que trabajar bajo medidas estructurales, tomando en cuenta las condiciones del clima cambiante para evitar futuras emergencias, sobre todo en el área rural”, remarcó.
De acuerdo a los especialistas en climatología, “El Niño” es un fenómeno que se produce cada cuatro a cinco años con una intensidad variable, provoca un aumento de la temperatura del Océano Pacífico, lo que resulta en sequías y lluvias superiores a lo normal.
A veces es seguido por “La Niña”, provocado por una disminución de las aguas del Pacífico, que conlleva a una caída de las temperaturas y perturbaciones meteorológicas, tales como lluvias prolongadas, huracanes y otros.
Las temperaturas
El investigador dijo que en los últimos 40 años, las temperaturas se triplicaron a nivel mundial lo que derivó en sequías y desequilibrios ambientales. Advirtió que sí la población no toma las precauciones necesarias, hasta el próximo año podría empeorar y subir unos cinco grados más por encima del valor medio.
“Tenemos que ser autocríticos y como país debemos tener cuidado sobre las quemas forestales, uso de suelos porque alteran los ciclos hidrológicos. La falta de educación está provocando una ineficiencia en el sistema”, apuntó.
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