La Paz, 23 de junio (ANF).- El Grupo periodístico El Deber encara una etapa de adaptación a las nuevas necesidades y requerimientos de la audiencia en la era digital y busca ofrecer productos editoriales acordes a los actuales hábitos de uso de la información. Para afrontar este nuevo momento, la empresa optó por optimizar sus recursos humanos para encarar los retos de modernización de la compañía. El sindicato de trabajadores de la empresa informó que 35 personas fueron desvinculadas por “mutuo acuerdo”.
“El Deber aspira a convertirse en el primer grupo transmedia de Bolivia y para ello debe efectuar adaptaciones internas. Tenemos la redacción más grande del país y la única que ha integrado una radio, una sala de producción de video y sólidas plataformas digitales y de redes sociales”, explicó Gerardo Pereyra, gerente general corporativo del Grupo El Deber.
Por la adecuación de la estructura a un nuevo momento del periodismo, agregó Pereyra, 35 funcionarios, principalmente de las áreas administrativa y comercial (menos de diez personas de este total corresponden a áreas relacionadas a la producción y redacción), “ya no tienen un rol para desempeñar, lo que determinó la conclusión de sus contratos de trabajo”.
El Grupo señaló que estas salidas de personal fueron efectuadas cumpliendo estrictamente la normativa laboral y mejorando las condiciones de retiro con un paquete de beneficios adicionales.
El miembro del directorio del sindicato de trabajadores de El Deber, Willdey Velasco, dijo que se trató de “un acuerdo entre partes”, donde la empresa apuntó más al tema de la jubilación.
“Nosotros siempre hemos defendido el tema de la estabilidad laboral, pero los colegas llegaron a un acuerdo de partes con la empresa, entonces la empresa les hizo una propuesta a cada uno y aceptaron”, indicó.
Aunque aclaró que algunos aceptaron tristes y otros no aceptaron por lo que “el sindicato está dispuesto a defender sus derechos laborales”.
Adaptación del negocio
Según el ejecutivo de la compañía, se realizó un redimensionamiento del negocio para adaptarlo al nuevo entorno que encaran todos los periódicos y medios del planeta. “Esta es una corriente mundial a la que una empresa como El Deber no puede ser ajena, porque el futuro ya llegó y hay que mantenerse a la vanguardia”, añadió.
Pereyra explicó que los retos de modernización de la empresa apuntan a cumplir la estrategia 2020 para que El Deber siga siendo el grupo multimedia líder. El nuevo momento implica reinterpretar las necesidades y requerimientos de las audiencias, repensar y relanzar los productos impresos, invertir en tecnología y continuar el proceso de transformación digital que empezó hace algunos años, lo que lleva a modernizar la organización empresarial.
Como parte de este proceso, incluso miembros de la familia Rivero, fundadora y propietaria actual de El Deber, han dejado funciones ejecutivas y puestos laborales operativos que desempeñaban.
El gerente del grupo multimedia informó que en diciembre pasado, El Deber renovó su página digital y potenció la producción audiovisual. En enero de este año integraron la radio a la redacción y hace unas semanas ajustaron el diseño de algunos de sus productos impresos “para que estén más acordes a los nuevos desafíos del periodismo”.
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