El TAM opera llevando pasajeros civiles, pese a que ello está prohibido por la OACI.
La Paz, 9 de diciembre (ANF).- Diez días después de la colisión contra un cerro en las cercanías de Medellín, en Colombia, de un avión de la línea aérea boliviana LaMia, el Ministerio de Obras Públicas decidió suspender las operaciones del TAM, una línea militar que opera contraviniendo las normas internacionales.
Después de contradicciones entre el encargado de esa cartera, ministro Milton Claros, y su colega de Defensa, Reymi Ferreira, la noche del jueves se anunció que TAM cerrará sus operaciones el 16 de diciembre de 2016. El vicepresidente Álvaro García Linera admitió que ese proceso, que no había concluido todavía, empezó hace cinco años.
“De igual manera, (García Linera) señaló que esta decisión de convertir al TAM en una línea aérea regulada se la tomó hace cinco años, con el fin de que pueda realizar vuelos internacionales civiles” indica una nota de la Vicepresidencia.
Pese a los escasos avances en ese traspaso de línea militar a civil, y su inesperado cierre, García Linera aseguró que la medida no tiene “nada que ver” con el accidente acaecido en Medellín y que causó la muerte de 71 personas.
El proceso de traspaso de línea militar a civil demoró más de lo esperado y, según el Ministerio de Defensa, debería haber concluido en enero de 2016, pero los plazos se fueron ampliando.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una entidad de Naciones Unidas, prohíbe que empresas aéreas militares presten servicios a civiles, pero, contraviniendo aquello, el TAM funciona desde hace años en Bolivia.
El 16 de diciembre será el último día en el que operará el TAM y a partir de esa fecha los pasajeros que hayan adquirido pasajes de esa empresa serán transportados por BoA sin cobros adicionales.
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