La Paz, 28 de mayo (ANF).- Miguel es un joven boliviano que sufre de parálisis cerebral y un leve retraso cognitivo, que ha despertado el interés de cinco mujeres que viajan por toda Latinoamérica en busca de historias que muestran experiencias inclusivas de personas con discapacidad.
Y es que Miguel no es un muchacho con temor a las adversidades de la vida y por el contrario tiene muy claro su objetivo: quiere ser un gran maestro parvulario.
En conversación con las viajeras, en el marco del proyecto “Yo También Soy Latinoamérica”, el joven contó que desarrolló sus estudios escolares en el Centro de Educación Especial Madre Ascención Nicol (CEEMAN).
Luego decidió continuar con sus estudios en el Centro de Educación Alternativa San Calixto para convertirse en un maestro parvulario.
Ahora está a punto de concluir su estudio de maestro y ya realiza sus prácticas en el mismo CEEMAN, que es un centro educativo ubicado en El Alto y exclusivo para personas con discapacidad de bajos recursos.
“Apenas entramos al CEEMAN, al primero que vimos fue a él, empujando una silla de ruedas al ritmo de la música que sonaba en el patio del centro. Sonriente nos vino a saludar. Más tarde nos pusimos a charlar. Resultó que él no es un alumno, sino un docente”, contaron las viajeras.
Con el apoyo de la Fundación Fe y Alegría Bolivia, Miguel está bien encaminado rumbo a su objetivo y es consciente de que uno debe estar siempre agradecido con las ayudas que recibió.
“Todos tenemos que devolver algo de lo que recibimos, la vida es un ida y vuelta”, apuntó.
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