La Paz, 8 de diciembre (ANF).- El exdirector de la DGAC, Luis Coimbra, afirmó el 24 de noviembre de 2014 que la empresa aérea LaMia era venezolana, no boliviana, y que no obtendría un permiso para operar “en el transporte comercial de pasajeros”.
“Hay solicitudes pero recién están en proceso de certificación, tenemos una extranjera y una nacional. Es una extranjera, venezolana, Lamia. Son pequeños operadores, como taxis aéreos\", informó a la agencia ABI.
La agencia agregó que “si se aprueban los trámites, las dos nuevas aerolíneas sólo operarán como ‘taxis aéreos’ a pequeña escala y no en el transporte comercial masivo de pasajeros” en una nota dada a conocer por el blog Rimay Pampa.
Un avión Avro RJ85, operado por LaMia, cayó la semana pasada en las inmediaciones de Medellín, Colombia, por falta de combustible, ocasionando la muerte de 71 personas, entre ellas 50 dirigentes y jugadores del club de fútbol Chapecoense. El accidente es investigado por las fiscalías de Bolivia, Colombia y Brasil.
Siete meses después, el 7 de julio de 2015, sin explicar las razones, Coimbra fue destituido del cargo y reemplazado por el general de la FAB Virgilio Pereira. Este general es mencionado en el libro de Evo Morales, “De Orinoca al Palacio Quemado”, como amigo del Primer Mandatario.
Una vez que Pereira llegó al cargo, se colocó a Gustavo Vargas Villegas como Director de registro Aeronáutico, quien elaboró un informe para la autorización de la empresa LaMia para vuelos comerciales, nacionales e internacionales. Su padre, Gustavo Vargas Gamboa, era el gerente de la compañía.
Pereira autorizó a la empresa, que su antecesor se había negado, el 31 de julio de 2015. LaMia ya no figuraba como venezolana, sino como boliviana.
Vargas Gamboa trabó amistad con el presidente Morales, según señaló el Mandatario, debido a que fue su piloto presidencial y que, incluso antes, cuando era dirigente cocalero, tuvo relación con él.
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