La Paz, 9 de enero (ANF).- Ricardo Albacete, dueño de la
empresa de aviación venezolana LaMia, anotó los cuatro aviones con los que
contaba la compañía en una empresa de Panamá, incluido el que cayó a fines de noviembre
en las cercanías de Medellín, matando a 71 personas.
La empresa offshore (fuera de una jurisdicción nacional) en la que se registraron los aviones es Totha International Aviation y fue registrada por el bufete de abogados Mossack Fonseca. Se supo de su existencia gracias a la revelación conocida como Panamá Papers.
“Cuatro aeronaves de LaMia fueron registradas como parte de la flota de Totha International Aviation, una compañía con sede en ese país caribeño. Una de las aeronaves registradas fue el regional jet que se estrelló en Medellín con los miembros del equipo Chapecoense a bordo” dijo un reporte de Univisión, cadena de TV que tuvo acceso al registro de los Panamá Papers.
En Bolivia también se creó una empresa LaMia, que alquilaba los aviones a la compañía venezolana y que tenía como socios a dos pilotos de la empresa.
El avión de LaMia que cayó cerca de Medellín partió de Santa Cruz sin la suficiente autonomía de vuelo, por lo que debió reabastecerse de combustible en algún aeropuerto intermedio, pero el piloto de la nave, Miguel Quiroga, creyó que podía llegar sin hacer aquello. La aeronave colisionó con un cerro precisamente por falta de combustible.
Albacete y una de sus hijas, Loredana, se contactaron con Mossack Fonseca en 2012 para intentar recuperar un helicóptero que las autoridades venezolanas habían requisado debido a que la compañía no pagaba impuestos adecuadamente. Según un mail dado a conocer en el marco de la investigación Panamá Papers, el bufete de abogados le señala a Loredana que había poco que hacer al respecto.
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