La Paz, 8 de octubre (ANF).- La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal, le aclaró este viernes al presidente Evo Morales que es el pueblo boliviano que pide que renuncie a su cargo y no solo el presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.
“Es el pueblo es el que le pide su renuncia, no solo es Camacho, el pueblo boliviano le va entregar la carta de su renuncia”, enfatizó.
Carvajal se refirió a la carta de dimisión que Camacho redactó para Morales y que presumiblemente será entregada la próxima semana al mandatario.
Carvajal también condenó los casos de violencia que se registran en el país por los conflictos sociales que se desencadenaron después de las elecciones generales, el pasado 20 de octubre. Empero pidió al binomio del Movimiento Al Socialismo (MAS) a escuchar el clamor del pueblo que pide paz y la renuncia de Evo Morales.
Asimismo, cuestionó la marcha que protagonizó esta jornada, un grupo de afines al oficialismo demandando el cese de los conflictos sociales en el territorio nacional.
“Queremos paz y democracia, pero no la democracia de la dictadura. Ellos (afines al MAS) han salido a marchar con banderas blancas, pero no quieren reconocer que su binomio pretende de manera irregular mantenerse en el poder”, dijo.
En un cabildo que organizó la Asociación de Productores de Coca de los Yungas, (Adepcoca), el líder cívico-cruceño, Luis Fernando Camacho, hizo conocer que se encuentra coordinando con otras organizaciones de oposición, plataformas ciudadanas y comités cívicos regionales la entrega de la carta de renuncia a Evo Morales.
“No nos vamos a mover hasta que podamos hacer entrega efectiva de la carta” a Morales, dijo Camacho en conferencia de prensa en La Paz, al día siguiente de llegar desde su bastión de Santa Cruz (este) con este propósito.
Las elecciones del pasado 20 de octubre dieron por ganador al binomio del MAS, Evo Morales-Álvaro García Linera, con 47,08% frente a 36,51% la dupla de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa y Gustavo Pedraza. La diferencia de 10,57% evitó que el actual mandatario enfrente a Mesa en una segunda vuelta, pero la oposición denunció fraude electoral, por lo que comenzó una serie de movilizaciones.
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