Fiscal General, Sally Yates . Foto: You Tube
La Paz, 31 de enero (ANF).- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despedió a la Fiscal General, Sally Yates, quien se había negado a defender en los tribunales el decreto migratorio que afecta a musulmanes, por considerar la medida como ilegal.
Trump inmediatamente reaccionó sosteniendo que Yates “ha traicionado al Departamento de Justicia al negarse a aplicar una orden designada para proteger a los ciudadanos”.
Sobre la postura de Yates en un documento distribuido desde la Casa Blanca también se manifestó que “es el momento de ponernos serios con la protección de nuestro país” y se lo califica como “débil en materia fronteriza y muy débil en inmigración ilegal”.
La ahora exfiscal, nombrada por el expresidente Barack Obama, manifestó en una carta dirigida a los abogados del Departamento de Justicia que la medida es ilegal y pidió a los magistrados que no preparen la defensa del decreto aprobado por Trump, por violar los principios de la Constitución del país norteamericano.
“Soy la encargada de garantizar que las posturas por las que abogamos en los juzgados cumplen la obligación solemne de esta institución de buscar justicia y defender lo correcto”. “En este momento, no estoy convencida de que la defensa de esta orden ejecutiva cumpla con esa responsabilidad ni que el decreto sea legal”, dijo Yates en la carta.
Mediante su cuenta en Twitter, Trump manifestó que la postura de Yates responde a “motivos políticos” y que lo que quiere es “no hacer nada más que obstruir”. “Ahora tenemos una fiscal general de Obama”, añadió antes de anunciar su despido.
El decreto presidencial de Trump tiene un impacto que va más allá de las fronteras de EEUU, por lo que la medida de veto migratorio a los refugiados e inmigrantes musulmanes que impulsa Trump trata de ser frenada por los Demócratas en el Congreso, porque la consideran atentatoria a los derechos establecidos en su propia Constitución.
“Pelearemos con todos nuestros recursos y venceremos”, declaró el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, que pidió a Trump que retire su decreto “diabólico”. Por su parte, Nancy Pelosi, también representante demócrata, dijo que se está “socavando los valores” de EEUU y que se dicrimina a migrantes nada más que por su religión.
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