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Mundo

Papa Francisco reanudó sus actividades públicas tras dos días de reposo

El Santo Padre considera que el temor de Dios no nos hace cristianos tímidos, remisivos, sino que genera en nosotros coraje, fuerza y se constituye en un don que nos hace cristianos convencidos, entusiastas, que no se quedan sometidos al Señor por miedo, sino porque están conmovidos y conquistados por su amor. “Ser conquistados por el amor de Dios, dejarse conquistar por este amor de Papá: Que nos ama tanto, nos ama con todo su corazón”.
mar 11ro de Junio, 2014
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El Papa Francisco/ Foto ACI Prensa
El Papa Francisco/ Foto ACI Prensa
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Mundo, 11 Jun. (ANF).- Tras dos días en reposo y luego de jornadas agotadoras que vivió en las últimas semanas, el Papa Francisco retomó hoy sus actividades públicas y encabezó la audiencia general de los miércoles en la Plaza San Pedro en el Vaticano, donde clamó contra la corrupción y contra quienes se dejan corromper, contra la esclavitud y quienes viven de la trata de personas, y contra la fabricación de armas y quienes son "mercantes de muerte". Les dijo que tendrán que hacer cuentas con Dios.

El Papa Francisco culminó su catequesis sobre los dones del Espíritu Santo abordando el don de temor de Dios, que ayuda al fiel a estar alerta cuando está yendo por la senda del pecado y no es, como usualmente se cree, un llamado a tener miedo a Dios, pues sabemos que es un Padre “que nos ama y quiere nuestra salvación y siempre perdona”.

Bajo el sol de Roma, el Papa dirigió la Audiencia General ante una Plaza de San Pedro llena de fieles católicos, a quienes explicó que este don “nos recuerda lo pequeños que somos delante de Dios y de su amor, y que nuestro bien consiste en abandonarnos con humildad, respeto y confianza en sus manos”: "Es un don que nos hace cristianos convencidos, entusiastas, que no se quedan sometidos al Señor por miedo, sino porque están conmovidos y conquistados por su amor”.

Considera que el temor de Dios no nos hace cristianos tímidos, remisivos, sino que genera en nosotros coraje, fuerza y se constituye en un don que nos hace cristianos convencidos, entusiastas, que no se quedan sometidos al Señor por miedo, sino porque están conmovidos y conquistados por su amor. “Ser conquistados por el amor de Dios, dejarse conquistar por este amor de Papá: Que nos ama tanto, nos ama con todo su corazón”.

El Santo Padre pidió estar atentos, porque el don de Dios, el don del temor de Dios es también una “alarma” frente a la pertinacia del pecado. “Cuando una persona vive en el mal, cuando blasfema en contra de Dios, cuando explota a los otros, cuando los tiraniza, cuando vive solamente para el dinero, para la vanidad o el poder o el orgullo, entonces el Santo temor de Dios nos pone en alerta”.

Francisco recordó que con todo el poder, dinero, orgullo y vanidad no se alcanza la felicidad. “Nadie puede llevarse consigo al otro mundo ni el dinero, ni el poder, ni la vanidad, ni el orgullo: ¡Nada! Solamente podemos llevar el amor que Dios Padre nos da, las caricias de Dios aceptadas y recibidas por nosotros con amor. Y podemos llevar lo que hemos hecho por los otros. ¡Atención, eh! No pongan esperanza en el dinero, en el orgullo, en el poder, en la vanidad, esto no puede prometernos nada”.

“Pienso, por ejemplo, en las personas que tienen responsabilidad sobre los otros y se dejan corromper: pero ¿ustedes piensan que una persona corrupta será feliz en el otro mundo? ¡No! Todo el fruto de su corrupción ha corrompido su corazón y será difícil ir hacia el Señor”, sostuvo el Papa.

“Pienso en aquellos que viven de la trata de personas y del trabajo esclavo: ¿ustedes piensan que esta gente tenga en su propio corazón el amor de Dios, uno que trata las personas, uno que explota las personas con el trabajo esclavo? ¡No! No tienen temor de Dios. Y no son felices. No lo son”, apuntó.

“Pienso en los que fabrican armas para fomentar las guerras: pero piensen ¡qué trabajo es éste! Estoy seguro que, si yo hago ahora la pregunta: ¿Cuántos de ustedes son fabricantes de armas? Nadie, nadie. Porque ésos no vienen a escuchar la palabra de Dios. Ellos fabrican la muerte, son mercaderes de muerte, que hacen esta mercancía de muerte”, precisó.

El Santo Padre a los 77 años mantiene un ritmo de trabajo admirable a pesar del último ciclo cumplido, que comenzó con el viaje a Tierra Santa y la plegaria común con los presidentes de Israel y Palestina realizado el domingo pasado, en una ceremonia histórica en el Vaticano, todo esto lo obligó a un breve descanso de dos días tras un leve malestar que sintió el lunes.

Esta mañana Francisco apareció totalmente recuperado. El lunes y martes se suspendieron las audiencias y otros encuentros para garantizarle el reposo. Al concluir la audiencia general, El Papa fue saludado y conversó un rato en el sagrario de San Pedro, bajo el improvisado baldaquino de tela que lo protegía, con varios cardenales y obispos que subieron a saludarlo.
//JLZ//