Ricardo Hernández Mendoza, especial para ANF
Ciudad de México, 27 Septiembre (ANF).- En un intento por limpiar su creciente desprestigio, el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) emprendió acciones para deshacerse de sus gobernadores que están envueltos en escándalos y corrupción, y comenzó con el odiado mandatario del violento estado de Veracruz, Javier Duarte, a quien suspendió sus derechos partidistas y ahora se alista a expulsarlo de sus filas, al igual que a otros que ya están en la mira de la justicia.
Por primera vez en sus 87 años de existencia, el PRI retiró sus derechos como militante a un gobernador de su partido en funciones, después que Duarte comenzó a ser investigado por la Procuraduría General de la República por un presunto enriquecimiento ilícito y por las autoridades hacendarias por probable desvío de recursos públicos a sus cuentas personales.
“Se determinó la suspensión de derechos del gobernador Javier Duarte, y de seis de sus colaboradores, dada la gravedad de las acusaciones y la afectación a la imagen del Partido Revolucionario Institucional”, aseguró el presidente de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria Fernando Elías Calles.
También inició el proceso para expulsar al mandatario veracruzano de las filas del PRI, en una medida acordada por unanimidad y que recibió el respaldo de los demás gobernadores del PRI, que dejaron solo a Duarte, uno de los políticos más rechazados por la ciudadanía y quien no ha podido sacar a Veracruz de una ola de asesinatos y violencia sin precedentes ocasionadas por las mafias del narcotráfico.
La limpieza en sus filas la emprendió el PRI ante el creciente desprestigio del partido en varios estados del país donde en los comicios regionales de junio pasado perdió tres gubernaturas, y en momentos en que presidente Enrique Peña Nieto enfrenta los índices de popularidad más bajos en sus cuatro años de gobierno por la incesante ola de criminalidad y los numerosos casos de corrupción.
“A partir de hoy iniciamos formalmente lo que podría ser un proceso de expulsión de estos funcionarios públicos. Entramos a la etapa del procedimiento en la que se da a las personas su derecho de audiencia y con posterioridad determinaremos la pérdida de la militancia y la expulsión”, explicó el vocero del partido Arturo Zamora.
Javier Duarte, contra quien se presagia un proceso penal y el posible encarcelamiento a unos días de que entregue el poder a la oposición, encabeza la lista de al menos otros dos gobernadores priistas que ya están en la mira por acusaciones de corrupción.
Para que Duarte sea destituido es menester que autoridades competentes presenten hechos fundamentados de ilegalidad, y parece que eso ya se está realizando, declaró este martes el diputado federal priista José Carlos Ramírez, quien confirmó que el partido seguirá con los procesos que tiene abiertos contra el gobernador del estado de Chihuahua César Duarte, y el ex mandatario de Quintana Roo, Roberto Borge.
“Por decirlo de una manera coloquial, estos dos tienen sus cosas en orden y no enfrentan investigaciones de la justicia como Javier Duarte. Los señalamientos son de otro tipo de delitos y tienen más competencia en el ámbito local”, declaró Zamora, quien dijo que no obstante el PRI iniciará se deshará de los políticos que manchan al partido.
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