La Paz, 9 de octubre (ANF).- Durante el segundo debate presidencial rumbo a las elecciones de EEUU, los temas de Estado cedieron espacio para dar paso a la sexualidad y machismo del candidato republicano, Donald Trump, y del expresidente Bill Clinton, esposo de la candidata demócrata, Hillary Clinton.
"Lo que vimos el viernes fue Donald Trump hablando de mujeres, lo que piensa de ellas y lo que les hace", dijo la candidata Clinton, refiriéndose al video en el que Trump presume que puede tomar a las mujeres porque él se considera una estrella. “Cuando eres una estrella te dejan hacerlo (…) Puedes hacer lo que quieras”, dijo en el video filtrado.
"Está claro que el video representa lo que es. Hemos visto durante la campaña que insulta a los mujeres, se ríe de mujeres por su apariencia, les pone nota de cero a 10 según su belleza”, siguió Clinton.
Para Trump, el tema es un asunto menor, pues considera que son “comentarios de vestuario” y por el contrario atacó a los Clinton por las aventuras sexuales del exmandatario.
"Estoy avergonzado de eso, lo odio, pero son 'comentarios de vestuario'", dijo el magnate que en las últimas horas ha desatado una ola de críticas incluso de parte de su esposa y de prominentes republicanos que le pidieron que renuncie a la candidatura.
Por el contrario, contraatacó diciendo: “lo mío fueron palabras, lo de él (lo de Bill Clinton) fueron hechos”. Según dijo, Bill Clinton “abusó a las mujeres” y Hillary Clinton las victimizó.
Desde antes del debate, ya estaba claro que este tema sería parte del encuentro televisivo porque Trump ofreció una conferencia de prensa acompañado de cuatro mujeres, tres de las cuales acusaron a Bill Clinton de comportamiento inapropiado y una que critica a Hillary Clinton por defender a un hombre que según ella la victimizó.
Las mujeres eran Paula Jones, que ha acusado a Bill Clinton de hacerle propuestas indecentes; Juanita Broaddrick, que señala que Clinton la asaltó sexualmente; Kathy Shelton, que asegura que Hillary Clinton defendió a un hombre que la victimizó, y Kathleen Willey, que dice que Bill Clinton la manoseó. De hecho, estas mujeres también estaban presentes en el debate presidencial.
Si bien Clinton atacó con los dichos sexuales de Trump, el republicano lanzó el más duro anuncio contra su contendora. Dijo que “debería estar en la cárcel” y prometió asignar un fiscal especial para investigar el escándalo de los correos electrónicos de la candidata demócrata.
Clinton, en cambio, apuntó a las declaraciones de impuestos de Trump, de quien dijo que no pagó lo que debería al fisco. El magnate señaló que Clinton pretende subir los impuestos y que él los bajará a nivel que no ha hecho ningún otro país.
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