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Mundo

Encuentran el cadáver del tercer sacerdote asesinado en México

Tres religiosos fueron asesinados en las últimas dos semanas, el Papa Francisco y la Arquidiócesis de Morelia lamentan la creciente ola de violencia en estados con fuerte presencia del narcotráfico.
26 de Septiembre, 2016
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Foto: es.panampost.com
Foto: es.panampost.com
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La Paz 26 de septiembre (ANF).- El pasado 19 septiembre, el cardenal Alberto Suárez Inda denunció la desaparición del sacerdote José Alfredo López, el cual fue sustraído de la Parroquia de Janamuato en el estado de Michoacán. 

Algunos testigos aseguran haber visto al sacerdote por última vez, caminando y acompañado por un adolescente de aproximadamente 16 años. Su cuerpo fue hallado sin vida este 26 de septiembre en un terreno baldío. Presentaba varias heridas de bala y los investigadores presumen que llevaba varios días muerto.

El mismo día en el que fue secuestrado José Alfredo López, un grupo armado ingresó a la Parroquia Fátima del Estado de Veracruz y sacó a la fuerza a los sacerdotes Alejo Naborí y José Alfredo Jiménez. Después de unas horas de búsqueda por parte de agentes de diversas corporaciones de seguridad, los cuerpos de los sacerdotes fueron hallados sin vida, entre la maleza y con heridas de bala, cerca a la carretera de Papantla - Poza Rica.

Las investigaciones continúan y se ha encontrado algunos presuntos responsables, aunque los investigadores afirman que estos crímenes fueron cometidos por narcotraficantes o individuos involucrados en este rubro, pues tanto Michoacán como Veracruz son estados con fuerte presencia del narcotráfico y el crimen organizado.

El Papa Francisco, informado sobre el hecho, manifestó sus condolencias. Estoy “profundamente apenado al recibir la triste noticia del asesinato de los reverendos Alejo Nabor Jiménez y José Alfredo Suárez, el santo padre expresa su más sentido pésame a vuestra excelencias así como el clero, comunidades religiosas y fieles de esa querida diócesis”, dijo.

La Arquidiócesis de Morelia añadió: “Lamentamos profundamente la pérdida de estos sacerdotes que primero fueron secuestrados y luego asesinados. Una vez más comprobamos que la violencia y la inseguridad se han enraizado en nuestra sociedad”.

/CP/FC/

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