La Paz, 3 de mayo (ANF).- El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró que el gobierno de Nicolás Maduro pretende dar fin a la Constitución del expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el legado que dejó antes de su muerte.
“Venezuela sufre una grave alteración de su orden constitucional por parte de un régimen que ha violado la Constitución en todos sus principios fundamentales. La violación de la Constitución es el problema venezolano. Este mismo régimen anuncia ahora el fin de la Constitución de Chávez y su legado a partir de un fraudulento llamado a una Asamblea Constituyente”, sostuvo Almagro desde la sede de la OEA.
El presidente Maduro, luego de un mes de protestas de la oposición y grupos de ciudadanos que están en contra de su gestión, firmó el lunes un decreto para convocar a la Asamblea Nacional Constituyente con el fin de redactar una nueva Carta Magna de Venezuela.
Sin embargo, Almagro señaló que este nuevo paso de Maduro se constituye en un nuevo golpe de Estado. “El Gobierno venezolano atenta contra el respeto a los más elementales principios que regulan el sistema democrático y afecta el derecho humanos de sus ciudadanos. Todo ello solo tiene un nombre en el derecho (y es) un nuevo golpe de Estado promovido desde la Presidencia”, sostuvo.
La Constitución de Chávez fue redactada en 1999 y según recordó Almagro en ella se eliminó toda posibilidad de que un Órgano del Estado pueda convocar a una Asamblea Constituyente. “Sólo el pueblo puede hacerlo mediante un referéndum”, remarcó.
En ese sentido, el Secretario de la OEA también aseveró que “los dictadores de Venezuela quieren dar un golpe definitivo de usurpación de los derechos del pueblo”.
Para ello “intentan intimidar con la violencia y el fraude a un pueblo que sabe de libertad y que lucha por volver a tenerla, con ese pueblo debemos unirnos para que haga suyo el derecho que consagra la Carta Democrática Interamericana en su artículo primero, `el derecho a la democracia´”, concluyó.
La crisis política de Venezuela se agravó a partir de la determinación del Tribunal Supremo de Justicia de quitar competencias a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, decisión que luego fue revertida debido a la convulsión social.
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