La Paz, 7 de mayo (ANF).- La
Fundación Jubileo recomendó al Estado boliviano que no se endeude en
tiempos de contracción económica y déficit fiscal, y por el contrario,
que planifique mejor sus gastos corrientes que en los últimos años se
dispararon, sobre todo en el rubro de las planillas de sueldos y
salarios que llegaron a su máximo nivel: 31.951 millones de bolivianos.
Durante la presentación del estudio
“Presupuesto al final de la bonanza y la necesidad del pacto fiscal”, el
director de Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, calificó de
preocupante la manera cómo se encara el uso y destino de los recursos
públicos, ya que si bien la inversión pública batirá un récord este año
con 6.179 millones de dólares, también hubo un incremento acelerado de
los gastos corrientes para sueldos y salarios.
De un presupuesto de 7.379 millones de
bolivianos destinados para el pago de sueldos el año 2005, este año se
destinarán para ese mismo fin 31.951 millones de bolivianos.
Núñez dijo que si se habla de un
déficit fiscal del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2014 y se
estima un incremento al 3,6% este año, es bueno recomendar un freno de
los gastos corrientes para que no haya un sobreendeudamiento, porque
cuando hay una contracción de la economía.
“Si bien, ya se observaba la tendencia
hacia un retorno a la etapa deficitaria, uno de los elementos que
aceleró esta situación ha sido la rápida ejecución de recursos del
sector público, en especial de los recursos subnacionales, registrada a
finales de la gestión 2014 (...). No hablamos de que haya una masacre
blanca en el sector público, sino de una mejor planificación del gasto",
señaló.
El ministro de Planificación del
Desarrollo, René Orellana informó que Bolivia incrementará este año su
deuda externa en al menos 1.500 millones de dólares adicionales, en el
marco de la metas trazadas por el gobierno a mediano y largo plazo.
Según datos oficiales, la deuda externa asciende a 5.736 millones de
dólares al 31 de diciembre de 2014.
La deuda interna no es menos
significativa, pues de acuerdo al reporte del Banco Central de Bolivia
(BCB) a septiembre del año pasado, ascendía a $us 6.404 millones; es
decir, $us 968 millones más que en 2013.
Sin embargo, Orellana insistió en que
Bolivia tiene una alta capacidad de endeudamiento, y que todos los
indicadores demuestran que el país se “está manejando con
responsabilidad”.
El investigador René Martínez,
responsable del estudio de Fundación Jubileo, no mostró el mismo
entusiasmo que el ejecutivo, al momento de hablar de algunas cifras en
rojo de la economía nacional. Martínez dijo que es importante entender
la fuerte dependencia de la economía boliviana de la exportación de los
hidrocarburos, en una coyuntura que muestra una importante disminución
de precios en el mercado internacional.
Según el economista, si bien los
efectos negativos en la economía boliviana por la disminución de los
precios en los hidrocarburos podrían ser graduales y moderados el 2015 a
futuro podrían ser de bastante preocupación, “puesto que los diferentes
niveles de gobierno han comprometido una diversidad de gastos con
recursos de la renta extractiva, que podrían quedar sin financiamiento
suficiente”.
El precio del barril de petróleo que
se consideró para el cálculo de ingresos por hidrocarburos en el
Presupuesto General 2015 es de $us 80,4 millones por barril; es decir,
8% mayor al precio considerado para el presupuesto 2014.
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