Jimena Mercado C.
La Paz, 20 de septiembre (ANF).- La Central de Comunidades Indígenas Tacana II Río Madre de Dios (CITRMD) alertó a varias autoridades que en la Amazonía boliviana existen indicios de la presencia de un pueblo indígena no contactado, que estaría amenazado por las tareas de exploración sísmica que realiza una empresa china.
Dirigentes del Territorio Comunitario de Origen (TCO) Tacana II hicieron conocer a los viceministerios de Justicia, Tierra, Medioambiente, además de la Defensoría del Pueblo, el alto riesgo que significa continuar con las tareas de exploración sísmica a cargo de la compañía china BGP.
Las cartas fueron fechadas el 14 y 18 de septiembre y enviadas también a representantes de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP), la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y otros.
Con la referencia “solicita atención urgente a grave situación de hallazgos de indicios y evidencias de pueblo indígena en aislamiento voluntario en cercanía a la TCO Tacana II”, las autoridades indígenas dan cuenta de varios reportes sobre señales de la presencia de un pueblo no contactado en zonas de la provincia Abel Iturralde, del norte de La Paz, donde BGP realiza detonaciones como método de exploración petrolera.
“En fecha 20 y 23 de agosto de este año, en la línea sísmica número 12, nuestro monitor socio ambiental indígena Javier Abaraco y la cuadrilla de avanzada número 7 de la empresa BGP que estaba realizando trabajos en la zona han descubierto indicios de la presencia de pueblos en estado de aislamiento o no contactados”, señala una de las cartas.
Los reportes a los que accedió ANF citan que se observaron huellas o pisadas y ramas quebradas sin explicación alguna en diversos puntos, por ejemplo cerca de cursos de agua.
“Recalcamos que la TCO Tacana II, (durante) la consulta previa, expuso a YPFB la existencia de estos hermanos y en caso de hallarlos se respete su voluntad de no ser contactados, y el avance de las actividades deberían parar en resguardo de la vida de nuestros hermanos no contactados y la de obreros de la empresa BGP. A la fecha BGP sigue actividades y no pasa información sobre los hechos sucedidos en campo", alertan las cartas.
Los indígenas advierten que la situación es grave y amerita la intervención inmediata de sus autoridades responsables de atender y proteger los derechos de los pueblos indígenas aislados, de acuerdo al artículo 31 de la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley 450 de protección a las naciones y pueblos indígenas y originarios en situación de alta vulnerabilidad.
“En tal sentido, nos encontramos profundamente preocupados ante la noticia recibida sobre la grave situación que afronta la población aislada y los trabajadores de la empresa BGP”, señala uno de los documentos.
Reporte de comunicación por radio
Las misivas transcriben las conversaciones que sostuvieron técnicos especialistas de la compañía china el 15 de septiembre.
Un topógrafo le dice al responsable de logística, Diego Rivas: “Diego, le digo avistamiento, ahí en la 2489 a mayores, se encontró rastros y huellas de personas no civilizadas, aquí conocen los del lugar me dijeron que son rastros de personas no civilizadas que habitan por esa zona más o menos”.
Rivas, desde su campamento, responde a través de la radio: “Ok, listo, aquí una recomendación en la mañana, yo te hice una recomendación, si ven a las personas (no contactadas) se retiran de la línea directamente por el momento, ahí te falta poquito para terminar, cachito ahí, y bueno te sales de ahí ya, y si da tiempo te retiras, te retiras sin dejar nada, sin discutir nada”.
“Como ustedes verán, la situación es sumamente grave y amerita la intervención inmediata de sus autoridades responsables de atender y proteger los derechos de los pueblos indígenas aislados de nuestro país”, agregan las cartas.
Exploraciones sísmicas
BGP fue contratada por la estatal petrolera para realizar tareas de exploración en la Amazonía norte boliviana. Junto a Sinopec deben cumplir un contrato para realizar 61.835 detonaciones de dinamita sobre una línea de 2.675 kilómetros de largo, que tendrán impactos ambientales, sociales y económicos sobre una superficie de 1,8 millones de hectáreas.
La estatal petrolera minimizó los impactos y asegura que solo se afectará el 0,03% de la superficie intervenida.
El Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), calificó como graves las consecuencias que las tareas de exploración hidrocarburífera tendrán en la Amazonía; éstas tienen un costo de 728 millones de bolivianos para el Estado, pero sin mayores garantías de hallazgo de hidrocarburos.
La exploración sísmica se basa en realizar explosiones que generan ondas de sonido para mediante ellas detectar los posibles lugares donde existen bolsones de gas, petróleo u otros combustibles fósiles.
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