Los trabajadores de Manaco exigen la nacionalización de la empresa.
La Paz, 14 de abril (ANF).- Ante la difícil situación financiera por la que atraviesa la fábrica de calzados Manaco, economistas consultados consideran que el Estado no debería hacerse cargo de la empresa, como lo exigen sus trabajadores.
“No considero que el Estado deba hacerse cargo de Manaco, no creo que la nacionalización sea una solución, porque lo que va a ocurrir es que las dificultades financieras van a pasar de estar en manos privadas a manos del Estado”, dijo el economista Alberto Bonadona a ANF.
Bonadona agregó que la situación de Manaco, que ya lleva nueve días de una huelga de manos caídos, es similar a la de Enatex, que tampoco tiene eficiencia ni logra utilidades.
“La nacionalización de Enatex fue negativa puesto que no resolvió el problema, simplemente una empresa quebrada pasó de ser privada a estatal”, dijo Bonadona.
Manaco atraviesa por una crisis financiera desde hace años. El 2013, la empresa cerró la curtiembre de la fábrica y reubicó a sus trabajadores hacia otras secciones, pero con rebajas de sueldos, según denunciaron los trabajadores. Para que la curtiembre sea reabierta es que los trabajadores realizan su paro de labores.
Para Bonadona, el centro del problema es que las manufacturas en Bolivia no tienen eficiencia y no pueden competir con la que producen países de la región o del Asia. En ese sentido, dijo, las posibilidades de salvar a Manaco o Enatex son escasas.
Agregó que la situación se agrava debido a que las monedas de los países de la región se han venido devaluando en los últimos años y meses, excepto la boliviana, que se mantiene sobrevaluada. Ello afecta la competitividad de la industria nacional y más bien aumenta la eficiencia de la de los países vecinos.
Consultado por Panamericana, el economista Gonzalo Quiroga tampoco está de acuerdo con que se nacionalice Manaco.
Quiroga dijo también que, en vez de que la empresa sea nacionalizada lo que se necesita es un “interventor”, con el modelo que se opera en países como EEUU y Chile con empresas en mala situación económica.
“El capítulo 2 del código de comercio norteamericano lo que hace es colocar un interventor (…) Lo que se acostumbran hacer es encomendar el trabajo a un interventor del Estado para reubicar y reordenar las empresas en crisis”, dijo.
El especialista agregó que “tenemos una empresa (Manaco) que solicita la nacionalización, lo cual en realidad es solo un traspaso de administración de manos privadas a públicas (…) pero no sabemos si con este traspaso vamos a tener la eficiencia y eficacia para hacer a la empresa sustentable”, dijo.
Señaló que en Bolivia no se cuanta con una política que fomente el aparato productivo. “No hemos sido capaces de crear los fondos productivos que permitan el fomento de nuevas empresas o la instalación del aparato productivo en el país”, dijo el especialista.
Los 500 trabajadores de Manaco están en huelga, y 200 esposas de los trabajadores han realizado marchas y bloqueos. Una situación similar se vive en Enatex, que ha despedido a trabajadores y ha adquirido un crédito de $us 20 millones para poder pagar sueldos devengados.
En el caso de Manaco, los administradores señalan que el paro perjudica a la industria nacional con una pérdida diaria de Bs 300.000, por lo que han pedido a los trabajadores volver a sus actividades.
En este entendido, el martes la gobernación de Cochabamba, donde está situada la fábrica, envió una invitación para entablar un proceso de diálogo entre autoridades nacionales, empresarios y trabajadores.
Dos otras empresas del rubro, Punto Blanco e Intrabol, fueron tomadas por los trabajadores. Respecto a la primera, ello ocurrió junio de 2014 ante su situación de quiebra. Los trabajadores son los que la administran actualmente, pero los problemas estructurales persisten. La administración de Intrabol también pasó a manos de sus operarios.
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