La Paz, 13 de noviembre (ANF).- Desde la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) no se tiene en mente realizar tareas de prospección y explotación de uranio, tomando en cuenta que, tras consultas técnicas a Alemania y Francia, se conoció que esta industria “está en recesión” y genera muchos desechos tóxicos, informó el presidente de Comibol, Marcelino Quispe.
La respuesta de los países europeos se conoció, dijo Quispe, hace tiempo atrás, cuando se quería llevar adelante tareas de prospección de uranio en el departamento de Santa Cruz.
“Entonces la Comibol prácticamente por estos conceptos ha desechado continuar en este proyecto del uranio”, señaló Quispe, quien, al ser consultado cómo Bolivia llevaría adelante su plan de desarrollo de energía nuclear, respondió: “podemos comprar el uranio” y citó como ejemplos a Australia, Canadá o Francia, países que explotan el mineral.
Tomando en cuenta que el desarrollo del plan nuclear en el país será con fines medicinales, energéticos e industriales, según el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, la cantidad de uranio a comprar sería mínima.
“Si produciríamos uranio no tendríamos mercado. Como decía, para estudios de carácter medicinal se requiere poca cantidad”, puntualizó Quispe.
El plan de desarrollar energía nuclear con uranio se desechó, según el titular de Comibol, debido a que Bolivia cuenta con una gran cantidad de litio en el Salar de Uyuni, elemento que también puede generar energía.
El presidente de Comibol dio a conocer, además, que en 1984 fue el último administrador de la mina de uranio de Cotaje, ubicada en la provincia Antonio Quijarro de Potosí, de donde se extrajo 273 kilos de “yellow cake” (torta amarilla). Sin embargo, al no albergar reservas industriales de uranio, la mina fue cerrada.
En mayo pasado, Jorge Barón, un experto argentino en materia de energía nuclear, arribó a La Paz para compartir sus experiencias con el gobierno y señaló que a nivel mundial, uno de los principales problemas para el desarrollo de energía nuclear, ya sea con fines medicinales, investigativos, energéticos y otros, es la gestión y tratamiento de residuos radiactivos, generados en el ciclo de producción de energía.
Debido a que estos residuos son nocivos para el ser humano y el medio ambiente, el experto recomendó contar con soluciones tecnológicas que eviten el contacto de la gente o de la naturaleza con los residuos atómicos.
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