El delantero de Wilstermann, Tomás Santos, celebra su gol. Foto: @CONMEBOL
La Paz, 7 de marzo (ANF).- Wilstermann tuvo este martes un debut soñado en la fase de grupos de la Copa Libertadores, pues pudo imponerse por 6-2 a Peñarol, un histórico rival que sucumbió en el estadio Félix Capriles de Cochabamba.
Tal como ocurriera en la inauguración de la Libertadores, allá en 1960, el cotejo tuvo un marcador abultado, sin embargo, a diferencia de aquel entonces, el cuadro aviador pudo golear al cuadro charrúa gracias a los tantos de Gabriel Ríos (6' y 31' PT), Tomás Santos (26' PT), Edward Zenteno (28' ST), Rudy Cardozo (40' ST) Franco Olego (42' ST). Para Peñarol anotaron Junior Arias (3' ST) y Gastón Rodríguez (24' ST).
Desde el inicio del cotejo, Wilstermann propuso un fútbol ofensivo con el que tuvo la iniciativa ante un timorato conjunto visitante que si bien en algunas ocasiones intentó sorprender a la zaga del local, se dedicó a resistir los embates de su rival.
Con la confianza que se tuvo, a los seis minutos, un inspirado Ríos abrió el marcador tras una incursión que hizo por el lado izquierdo de la portería de Peñarol y un soberbio remate que sorprendió al golero Gastón Guruceaga.
Pese al bajón anímico, el visitante tuvo la posibilidad de empatar el tanteador, pero el remate de G. Rodríguez salió apenas desviado del pórtico de Raúl Olivares.
Con el paso de los minutos, el cuadro aviador comenzó a jugar a gusto y placer ante la escasa oposición del conjunto uruguayo que no mostró la garra que caracteriza a los equipos del país oriental. Así, a los 26 minutos y tras una falta en contra de Santos en el área de Peñarol, el “Hércules boliviano” alcanzó el segundo a través de un penal correctamente ejecutado por el mismo Santos.
Con el 2-0, Wilstermann se fue con todo para ampliar la diferencia y, ante la nula respuesta del oponente, no tuvieron que esperar mucho porque Ríos consiguió el cometido a los 31 minutos tras el buen centro de Bergese. Con tres tantos de ventaja, el local se fue tranquilo al descanso.
Para el segundo tiempo los papeles se invirtieron, ya que Peñarol tomó la iniciativa y comenzó a arrinconar a su rival que no tuvo la misma producción ofensiva de la primera mitad. Tanto así que Arias descontó para el conjunto charrúa a los tres minutos de reiniciado el encuentro.
Las cosas se complicaron aún más para el Rojo cochabambino con la expulsión de Ríos por la reacción que tuvo tras sufrir una falta en el área. A los 13 minutos, Peñarol estuvo a punto de acortar distancia en el marcador, pero el zaguero Juan Pablo Aponte consiguió desviar oportunamente el esférico.
La escuadra charrúa también se quedaría con 10 jugadores luego de la expulsión de Juan Boselli, quien minutos antes había ingresado a la cancha en lugar de Álex Silva.
A pesar de la expulsión, la visita no tardaría en conseguir el segundo y producto de una desatención de la zaga local, G. Rodríguez anotó el gol de la esperanza para los charrúas a los 24 minutos. Fue un momento de sumo peligro para un desconocido Wilstermann que concentró sus esfuerzos para resistir los embates de Peñarol.
Cuando la noche pareció venirse para el local llegó el tanto de la tranquilidad de Zenteno, quien con un certero cabezazo capitalizó el buen centro que lanzó Cardozo a través de un tiro de esquina a los 28 minutos. Fue el tanto de la confianza para el Rojo que no contento con el tanto, se fue en busca del arco de Guruceaga.
Así, tras cometerse una falta contra Santos en el área rival, Cardozo se encargó de anotar el quinto por medio de una ejecución de penal a los 40 minutos. Finalmente y ante el desconcierto de Peñarol, el recién ingresado Olego puso “el cherry sobre la torta”, pues sentenció el marcador a los 42 minutos.
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