Sin embargo, su buena actuación no le alcanzó porque su compatriota Stéphane Peterhansel (Peugeot) aún se mantiene en la punta en la clasificación general y está próximo a coronarse campeón de la 39 edición de la carrera más dura del planeta.
Los 292 kilómetros del especial cronometrado para autos se convirtió en un escenario en la que dos experimentados corredores se enfrentaron en una "lucha sin cuartel".
Loeb dio batalla con la esperanza de apoderarse del liderato de la general, ya que solo se encontraba a 5 minutos y 50 segundos de poder alcanzarlo. Producto del esfuerzo fue el primero en cruzar la meta (3 horas 21 minutos y 15 segundos), pese a que al inicio de la segunda parte del especial pinchó una llanta.
Quizá ese desperfecto no fue gravitante para adueñarse de la etapa, pero si fue clave para que su oponente mantenga la diferencia en la general.
Por su parte, "Monsieur Dakar" no resignó espacios hasta la última milla por lo que quedó segundo en la etapa (3 horas 21 minutos y 33 segundos), a tan solo 18 segundos de su oponente. De esa manera, a solo una jornada de culminar la competición y con una diferencia de 5 minutos y 32 segundos de Loeb, Peterhansel está acariciando su trofeo número 13, el séptimo en coches.
Para que dicha situación cambie, Loeb deberá "volar" en los últimos 64 kilómetros de recorrido especial de la etapa 12 (Río Cuarto - Buenos Aires) o, en el peor de los casos, esperar que su compatriota sufra un desperfecto mecánico que haga posible el milagro.
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